publicidad
publicidad
www.elconfidencial.com www.vanitatis.com
Logo de Cotizalia
Martes, 16 de septiembre de 2008 (Actualizado a las 11:15)
Expo Zaragoza 2008
PORTADA    Noticias     Vivienda    Análisis    Fondos    Blogs     Cotizaciones       ValorFondoNoticia  

Doctor, ¿qué tengo que hacer para ser feliz?

@S. McCoy. - 12/09/2008

Deja tu comentario (97)

Valorado (4/5)Valorado (4/5)Valorado (4/5)Valorado (4/5)Valorado (4/5) (4/5 | 1 voto)

enviar a un amigoimprimir

Quizá el mejor artículo de opinión que, por su alcance, Cotizalia ha publicado esta semana, los demás colaboradores me perdonen, lo firma el Ignacio de la Torre en su Observatorio del Instituto de Empresa que ve la luz los miércoles alternos. Bajo el sugerente título de La Economía de la Felicidad, el autor afirma la correlación entre renta y felicidad siempre que el dinero, simplificando al máximo, se dedique a comprar y no a comparar (este párrafo es extraordinariamente interesante), por un lado, y que la riqueza no se convierta en un fin en sí mismo sino en un medio para ser aún más feliz, por otro. Esa parte, que McCoy interpreta aquí a su manera, seguramente errónea, está suficientemente desarrollada en la pieza. Por el contrario, Ignacio pasa demasiado por encima, servidumbres de Internet, por los factores que, a juicio de los economistas, más inciden en la felicidad según las series estadísticas, elementos que creo merecen un mayor desarrollo. Dado que la felicidad es una aspiración universal, cualquier elemento que ayude a su comprensión y, sobre todo, a su conquista es digno de ser analizado. A ello me empeñaré en este viernes al que llego, les confieso, exhausto.

Antes de entrar en materia, dos matizaciones de partida. La primera hace referencia a la validez de la felicidad como objeto de estudio empírico en la medida en que se trata de un concepto subjetivo (al contrario de lo que ocurre con el hambre, la pobreza e, incluso, la inteligencia por poner tres ejemplos bastante simples), difícilmente cuantificable (sería una quimera establecer escalas de felicidad, nadie dice “estoy pelín feliz”) y absolutamente volátil (que hoy está y mañana puede no estar aunque el ideal humano es permanecer en ella). De hecho, según escribo estas líneas, me pregunto si de lo que estamos hablando realmente hoy, en este Valor Añadido tan atípico que es mi rincón de confidencias con todos ustedes, no es sino de la ilusión de la felicidad, del sueño de la felicidad, del espejismo de la felicidad en la medida que es un atributo que participa del absoluto: se tiene o no se tiene, se es o no se es. Puede que esté equivocado. Espero su opinión.

No he leído el famoso libro de Punset sobre el particular pero me da la sensación, además, de que se ha reducido erróneamente la felicidad a la condición de atributo de entorno: suma de elementos que nos rodean que, agregados, permiten a uno sentirse feliz. Bajo ese prisma, requiere el conjunto de todos ellos ya que la maximización de uno y el completo abandono de otro, genera vacío, frustración, insatisfacción. Eso mismo parece desprenderse de lo apuntado por De la Torre en su columna quincenal. A mi juicio es un error. Dichos factores “externos” son la condición necesaria para la felicidad pero, para que la fórmula mágica funcione, es requisito imprescindible adicional la capacidad “interna” de aceptación en tres ámbitos concretos; de uno mismo, de su potencial para cambiar el entorno que le rodea, de la posibilidad de que los condicionantes externos a los que está ligada la felicidad muden por causas ajenas a la propia voluntad. Saber los propios límites, fijarse objetivos de acuerdo con ellos y no perder el tiempo en el por qué me ha pasado esto sino en el para qué, qué provecho puedo sacar de ello por malo que sea, es clave para avanzar en el camino sobre el que hoy disertamos. Por ir al caso más burdo, un minusválido que acepta su enfermedad (ojo, no que se resigna, parámetro muy diferente y antagónico de la aceptación, como ocurre igualmente con la rebelión) y se establece metas ajustadas a su condición, está en el camino de la felicidad (véase el mismo Punset, enfermo de cáncer). Lo mismo ocurre con aquél que acepta la muerte de un ser querido y busca quedarse con lo mejor de lo que vivió con él o "utilizarla" como motor de cambio individual o colectivo antes que recrearse en su recuerdo o en los efectos de su pérdida.

La economía familiar se entiende como la forma que tiene una familia de gestionar su cuenta de ingresos y gastos, con mayor o menor eficacia. Mucho más difícil es definir la economía de la felicidad. Pero si quisiéramos hacer una aproximación, sumando todo lo dicho hasta ahora, se podría conceptuar como la manera en la cual cada uno trabaja, de forma positiva, los elementos que conducen a ella produciendo para sí, y para su entorno, un efecto de suma y no de resta (que es lo que supera el ámbito individual para hacerlo social): nivel de conocimiento personal (que evite la frustración), ejercicio de la voluntad (como forma para cambiar uno y lo que le rodea), concepción de los elementos externos como medio, susceptible de alteración, y no como fin. En la enumeración del Observatorio, familia y amigos, adscripción y compromiso social, filiación ética o moral, ejercicio responsable de la libertad, salud, dinero y cantidad y calidad del trabajo (a los que se podrían añadir, seguro, muchos más). Si me preguntan ustedes, y si no también, les diré que, a día de hoy, y en mis circunstancias actuales, soy, en esencia feliz. Una afirmación pretenciosa, lo sé, pero hemos dicho, de inicio, que la felicidad es un concepto subjetivo, no mensurable y temporal ¿no? Déjenme disfrutar de mis minutos de gloria. Espero, en cualquier caso, que esta tal mental de hoy, les haya servido de ayuda. Lo deseo sinceramente. Y no me echen los perros: volveré con las recomendaciones gastronómicas la semana que viene. Eso sí, no dejen de leer la Coda que les adjunto. Buen fin de semana a todos.

P.S. Ayer se cumplieron siete años del 11-S y cuatro y medio del 11-M. La mejor canción que se ha compuesto sobre la irracionalidad del terrorismo indiscriminado y su capacidad para frustrar sueños y sesgar ilusiones la he encontrado en el último disco de La Oreja de Van Gogh, tercera pista, de nombre Jueves. Imposible no conmoverse con ella. Si la escuchan, aunque en ese momento no suene ni en mi casa ni en el coche, tengan por seguro que yo la estaré oyendo, de un modo u otro, con todos ustedes. Desde el corazón.

Valorado (4/5)Valorado (4/5)Valorado (4/5)Valorado (4/5)Valorado (4/5) (4/5 | 1 voto)

enviar a un amigoimprimir

Enlaces patrocinados

Opiniones de los lectores (97)

Deja tu comentario

97. usuario registrado mitia1, 12/09/2008, 22:48 h.

Merece la pena leer el texto que recomienda el autor: http://web.iese.edu/mbaucells/

  marcar ofensivo Marcar como ofensivo

96. usuario registrado m jesus1, 12/09/2008, 21:34 h.

Pensándolo bien, la felicidad en estos momentos podría consistir, al menos para mi,, en que mis familiares próximos fueran funcionarios, con el sueldo de algunos políticos.
Luego, es posible que si exista para algunos.

  marcar ofensivo Marcar como ofensivo

95. usuario registrado m jesus1, 12/09/2008, 21:29 h.

Como definición....
Estado total de bienestar y carencia absoluta de dolor.
¿Existe?.

  marcar ofensivo Marcar como ofensivo

94. usuario registrado la_fusta1, 12/09/2008, 20:40 h.

La felicidad es una emoción resultado de una actividad neural fluida en la que los factores internos y externos interactúan estimulando el sistema límbico. La estimulación del ego por parte de este sistema, nos dará un enfoque de los resultados más óptimos, ayudando a la integración de la información adecuada. Ello fomentará respuestas nutridas desde el inconsciente, que nuestro consciente adaptará a los límites del medio. De esta forma se propicia o aplaza ese estado anímico. Si no se logra integrar la información de forma óptima, el resultado será una polarización a la espera de ser integrada en una solución que cancele la carga, LA INFELICIDAD.

  marcar ofensivo Marcar como ofensivo

93. usuario registrado el chicharro1, 12/09/2008, 20:38 h.

DELS 80: San Isidro, que nunca ha sido del Madrid, lo se bien, estaba con el gran Garate tumbado en el corner celebrando la copa tres minutos ANTES DE TIEMPO.... y contra alemanes.
Eso al Madrid no le pasa. Por eso yo estoy un poco mas cerca de la felicidad que uds. colchoneros.

  marcar ofensivo Marcar como ofensivo

El equipo de redacción revisará las opiniones para evitar la difusión de comentarios no apropiados o insultos. El horario del foro es de 07:00 a 23:00 h, con horario restringido a los invitados de 10:00 a 19:00 h. Fuera de ese horario no se incluirán opiniones.

Ver más comentarios    Deja tu comentario

Mamá, qué miedo, viene la deflación

@S. McCoy - 11/09/2008

El peligroso juego del sistema bancario español

@S. McCoy - 10/09/2008

Lehman o el problema de ver las barbas del vecino pelar

@S. McCoy - 10/09/2008

Estados Unidos muestra su sumisión financiera a China

@S. McCoy - 09/09/2008

España no se merece este empresariado avestruz

@S. McCoy - 08/09/2008

Ver más»

Acerca de...

@S. McCoy.

Experto financiero que escribe Valor Añadido. Es un incisivo analista que despertó el interés de nuestros lectores con sus brillantes y didácticos artículos sobre empresas, sectores y tendencias del mercado.

Otros artículos de opinión

INFORMACIÓN PRIVILEGIADA

La noche es más oscura antes del amanecer  Jesús Sánchez-Quiñones

DESDE SAN QUIRICO

Rita, Julio, mi mujer y yo  Leopoldo Abadía

 

los más leidos los más leidos los más comentados los más enviados

Todos los derechos reservados © Prohibida la reproducción total o parcial

Auditado por Ojd

ir a El Confidencial

Cotizalia

ir a Vanitatis