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 Oficina de Caja Duero.

Es el gran movimiento en el mundo financiero en estos momentos. Numerosas cajas de ahorros están poniendo a la venta su negocio asegurador en busca de la liquidez que les niega la actual crisis de crédito. Las últimas que están sondeando el mercado para vender un porcentaje de este negocio son tres pequeñas entidades catalanas, según confirman varias fuentes del mercado: Penedés, Laietana y Terrassa. Las dos primeras han negado tener planes de venta de este negocio.

Aunque ha mejorado la situación de liquidez en los mercados, lo cierto es que en el interbancario sólo se puede obtener a plazos muy cortos y que las emisiones en mercados mayoristas están confinadas de momento a las grandes entidades, y con unos precios bastante elevados. Por ello, la vía más utilizada para obtener financiación por parte de las pequeñas entidades son los depósitos -cuya subida de rentabilidad perjudica a los márgenes de las entidades-. De ahí que la venta de participaciones industriales o en negocios no básicos, como el seguro, sea una opción muy interesante en estos momentos.

No se trata sólo de la necesidad de liquidez de muchas cajas: las grandes multinacionales del seguro están dispuestas a comprar pagando precios más que atractivos en busca de un posicionamiento estratégico en el mejor canal de venta de sus productos: las potentes redes bancarias españolas. Es decir, se juntan el hambre con las ganas de comer. "Hay cajas que no tienen necesidades acuciantes de liquidez, pero les está pasando lo que a muchos propietarios de vivienda en los años del boom: si alguien te ofrece un dineral, vendes", explican en un banco de inversión.

Algunas entidades justifican esta venta por las malas perspectivas del negocio asegurador: el ramo de vida sufre una grave crisis en nuestro país y los planes de pensiones se han frenado en seco por culpa del empeoramiento de su fiscalidad y de su pobre rentabilidad, en especial de los de renta variable. Pero un experto en el sector rebate estos argumentos: "Es cierto que, coyunturalmente, el negocio tiene mala pinta; pero a largo plazo es necesario, es un coste fijo asumido por las empresas. Y todo lo que es no-vida va bien".

Según las fuentes consultadas, las tres citadas cajas catalanas han sido las últimas en embarcarse en este camino, que este mismo año ya han recorrido Caja Duero -que vendió a Mapfre-, así como Caixa Sabadell y Caja Navarra, que vendieron el 50% de sus unidades de seguros a Zurich por 227 y 85 millones de euros, respectivamente. En el caso de la entidad de Sabadell, aparte de Zurich pujaron Mapfre, Aviva, Catalana Occidente y Aegón, lo que da idea del interés que hay por estas operaciones.

En 2007, las ventas más destacadas de participaciones en filiales de seguros fueron las de Caja Castilla La Mancha y Bankinter Vida, ambas con Mapfre (que este año ha estrechado también sus lazos con su gran aliado bancario, Caja Madrid). Pero el líder destacado en estos acuerdos es Aviva, que tiene alianzas con Caixa Galicia, Unicaja, Caja España, Caja Murcia, Caja Granada y Bancaja (este último caso, Aseval, es la mayor alianza entre una entidad financiera y una aseguradora en España).

Aparte de las pequeñas cajas catalanas, ahora mismo está encima de la mesa la que puede ser la mayor operación de este tipo: la venta del negocio asegurador del Banco Sabadell. Esta entidad matiza que la entrada de un socio (en estas operaciones nunca se vende el 100%) es sólo una de las posibles opciones, pero también se contemplan otras como una alianza comercial, un acuerdo de colaboración, el diseño de productos con marca blanca, etc. Asimismo, insiste en que, en su caso, la operación no busca obtener liquidez, sino "impulsar el negocio de ahorro previsión para la jubilación, lo cual exige masa crítica", según un portavoz del banco.

Sin embargo, en la banca de inversión se da por hecho que se venderá el 50% de sus filiales de seguros (Bansabadell Vida, Seguros y Pensiones), y distintas fuentes aseguran que todas las grandes multinacionales que pujaron por el negocio de Caixa Sabadell están interesadas en la del banco que preside Josep Oliu. Deutsche Bank es el banco de inversión que está sondeando el mercado y el precio de partida estaría entre 400 y 500 millones, según ha publicado el periódico Expansión, aunque esta cifra se antoja reducida si la comparamos por la percibida por la caja.

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