La destrucción de empleo va muy rápido, demasiado
@Rubén J. Lapetra - 05/03/2008
"La economía lo es todo", dijo Rajoy el lunes ante millones de espectadores. Quizá debería haber dicho que el empleo lo es todo para la economía. La bola de nieve de esta crisis sigue creciendo con el paso de los meses. No se estabiliza, ni en el mundo virtual financiero, ni en la economía real. La destrucción de trabajo es un hecho cada vez más evidente. El número de nuevos parados acumulados entre diciembre, enero y febrero se disparó hasta las 220.000 personas... No son cifras continentales. Tampoco de un país de tamaño grande como EEUU. Son de un país de apenas 44 millones de habitantes, España.
En una de las coberturas televisivas del pasado lunes sobre el debate electoral, un estudiante veinteañero se quejaba de lo incompresible de la 'conversación' económica entre Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero. "Daban cifras incompresibles, de miles y miles. La gente no entiende. A partir de 1.500 euros se pierde", comentaba este joven. Choca, cuando menos, la facilidad de desconexión que tiene el ciudadano medio cuando sale algún término económico a la palestra. 'No entiendo y no quiero entender', parece ser el punto de partida. O mirar para otro lado.
Bueno, pues ahí va una ración de cifra macroeconómica española. De forma simple: 220.000 parados nuevos en las filas del Inem entre diciembre, enero y febrero. Destrucción del orden del 10% de la fuerza laboral activa. Toda la población de ciudades de un tamaño aproximado, más-menos, de Alcorcón, Leganés (Madrid), Pamplona, Vitoria, San Sebastián... El efecto es amplificado: miles de familias dependen de subsidios en este momento. El consumo se resiente aceleradamente. La actividad se enfría y el ajuste es doloroso, roza lo brusco.
Quizá es hora de no perderse más con las cifras, pues son aterradoras y preocupantes. Como también la carga de las hipotecas para quienes se han endeudado en los últimos tres o cuatro años. Una generación perdida para el ahorro, quizá, debido a que tienen que destinar a las cuotas hipotecarias entre el 37% y 46% de la renta bruta disponible en función de si se aplican deducciones fiscales o no, según datos del Banco de España. Con una hipoteca media de 150.000 euros, según el INE, los préstamos de menos de tres años se disparan por encima de los 250.000 euros de forma usual y las cargas financieras superan en la capacidad para afrontarlas. Resultado: morosidad.
La radiografía (ver datos) del mercado laboral que publicó ayer el Ministerio de Trabajo sigue arrojando nuevos incrementos del desempleo en el sector de la construcción que no están siendo absorbidos por el resto de sectores, ni por otros países. Este nuevo paro está compuesto, principalmente, por inmigrantes y los expertos advierten de la problemática social que se está creando, que será muy importante en los próximos meses, según advirtió recientemente la Fundación de Estudios Financieros (FEF).
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