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Ésta es una historia realmente preciosa. De esas que da gusto rescatar para los avezados lectores de este Valor Añadido que les acompaña, con mejor o peor fortuna, todos los días. Su aportación es más emocional que significativa, informativamente hablando. Sin embargo, se ha convertido en el come-come de la comunidad financiera en Estados Unidos y refleja una suerte de romanticismo, de causa pendiente de conocer, que realmente hacía falta en un mundo tan aséptico como el de la liquidez, el plazo, los riesgos y las rentabilidades. El nuevo zorro responde al pseudónimo de Joe Herrick y no es sino un advenedizo que, como el héroe mejicano, se cuela de sopetón en los conference calls de resultados de compañías estadounidenses de todo tenor, bajo el paraguas del nombre de algún reputado analista real, simplemente para dejar su huella y desaparecer como llegó, sin que se pueda seguir su rastro. La historia es del WSJ del lunes 18, que recojo en la versión online.

Son numerosas las compañías que han visto saboteadas sus presentaciones de cuentas anuales a los especialistas del mercado financiero en las últimas semanas por parte de este personaje. La web especializada Seeking Alpha ha recogido hasta veinte intervenciones del sujeto en las transcripciones literales que recibe de empresas cotizadas. Todo un récord para un mundo tan estrecho como el de la comunidad de analistas. Una comunidad que se ha levantado en pie de guerra contra Herrick, no ahorrándole calificativos. Varias de sus actuaciones han sido oportunamente extractadas por el propio WSJ si bien parece que a raíz de que el diario norteamericano, el segundo en tirada del país, revelara su existencia, el misterioso entrometido ha dejado de actuar. Joe Herrick, de Gutterman Research, ésa es su tarjeta de presentación, ¿dormido hasta la siguiente ronda de resultados?

Las implicaciones de su actuación son, cuando menos, sorprendentes. Ha suplantado la personalidad de analistas relevantes como John Faucher de J.P. Morgan cuyo nombre utilizó para entrar en la ronda de preguntas de la presentación de Pepsico, logrando que el afectado le citara posteriormente en su nota de resultados de Coca-Cola. Provocó que en la conferencia de la propia Coca-Cola, el turno de preguntas y respuestas se tuviera que paralizar después de que el verdadero responsable del seguimiento de la compañía de refrescos en Bank of America lanzara una pregunta similar a la que Herrick había pronunciado en presentaciones anteriores; había que chequear la veracidad de la autoría. “¡¡¡Soy yo!!!” Llegó a vociferar Bryan Spillane, ante el estupor de todos los conectados. Y ha logrado exasperar a analistas como Bill Schmitz de Deutsche Bank, harto de la persistencia en sus preguntas, siempre ligadas a las mejoras de eficiencia en los procesos productivos y de gestión de las compañías a las que interpela.

Es precisamente la recurrencia de los temas sobre los que interpela a las sociedades, comunes a empresas de todo tamaño y sector, lo que ha llevado a algunos analistas en Estados Unidos a concluir que no se trata simplemente de una especie de friki romántico que únicamente persigue el éxito derivado de poder entrar en un conference call sin ser identificado sino que hay algo más. Las sospechas, -y digan lo que digan, esto sí que reforzaría la idea de la locura y la imaginación como medio para conseguir los fines, aun a costa del suicidio profesional-, se centran en algún consultor junior que habría encontrado, en esta forma de actuación, la manera más directa de acceder a los equipos directivos de aquellas compañías que han implantado un sistema de mejora de gestión, conocido como Six Sigma. Con ello buscaría conocer, de primera mano, el impacto real de su aplicación. Con un par.

En cualquier caso, para muchos bloggers norteamericanos, que se han hecho eco de la existencia de Joe Herrick, engrandeciendo su leyenda, el hecho de que la mayoría de las compañías afectadas contestara a las preguntas de un intruso, como si de un analista de reputado prestigio más se tratara, sería una prueba fehaciente de la falta de calidad real de un sector, el sell side, que sigue notablemente escorado hacia el lado de las compras. Un sesgo que, a juicio de esos mismos “críticos”, limitaría, a fin de cuentas, su rigor y veracidad. ¿Ha tenido que venir Joe Herrick a recordárnoslo? Buena semana a todos.

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@S. McCoy

Experto financiero que escribe Valor Añadido. Es un incisivo analista que despertó el interés de nuestros lectores con sus brillantes y didácticos artículos sobre empresas, sectores y tendencias del mercado.

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