Valor Añadido - S. McCoy

Valor Añadido

S. McCoy

 0 Comentarios 21/01/2008  - null

El despertar del sueño financiero

Pánico en las bolsas. Sólo así se puede definir lo que está ocurriendo en los mercados de acciones de todo el mundo hoy pese a que el parquet estadounidense permanece cerrado este lunes como consecuencia de la festividad de Martin Luther King que, si tuvo un sueño, no fue precisamente éste. Lunes negro cuya causalidad es cerrada pero múltiple y cuya raíz fundamental va más allá de lo inmediato. No son las ramas las que crujen. Es el árbol el que se agita bajo los vientos de una crisis que no está sino devorando a las criaturas que el mismo sistema financiero se encargó de crear para su propio enriquecimiento. Estamos ante un acelerado y, aparentemente, incontrolable proceso de ajuste del injustificado sobredimensionamiento de la economía financiera sobre la economía real. Una economía real que le sirvió, originariamente, de origen y justificación. Liquidación por derribo de un universo artificial que ahora purga sus excesos.

Varias son, no obstante, las causas inmediatas que se encuentran en el origen de la brusca caída de hoy. Más allá del miedo a una recesión en Estados Unidos y su posible impacto para el conjunto de la economía mundial, prima la acumulación de noticias negativas en el sector financiero, donde hemos conocido hoy que Citigroup prolonga para dicho sector la agonía hasta finales del 2008, estimando para el conjunto de las entidades financieras en Estados Unidos un crecimiento negativo de beneficios frente al 28% que espera el consenso. Y es que la banca y sus sucedáneos están por supuesto en el origen del problema pero deben ser parte importante de su solución. Y hay peligro de que no sea así. Las malas noticias que llegan desde el ámbito residencial, del crédito al consumo y de los propios balances de las entidades, hacen temer que cualquier intento de trasladar al conjunto de la economía medidas de relajación monetaria se encuentren sin el mecanismo de ejecución y multiplicación que se atribuye a la banca tradicional. Mera continuación de la ineficiencia de las medidas adoptadas hasta ahora por los bancos centrales.

Junto a esta causa principal, complementada con otras muchas accesorias que hacen referencia a los elevados precios de las materias primas, energéticas y alimentarias, que ponen en primera línea de batalla la tan temida estanflación, o el miedo a que China consiga enfriar finalmente su economía precisamente en el peor momento para las naciones desarrolladas, por citar tan sólo dos, lo cierto es que se ha producido, adicionalmente, una ruptura, desde el punto de vista del análisis técnico y en la mayoría de los mercados, de la tendencia alcista de largo plazo que viene desde el otoño de 2002 en Estados Unidos y desde marzo de 2003 en Europa. Según señalan los expertos en esta materia, se han construido en los últimos meses figuras de hombro cabeza hombro cuya continuación bajista llevaría a objetivos muy por debajo de los precios actuales, por encima del 20%. El desbordamiento de esos soportes ha originado una venta masiva de futuros que ha liderado el movimiento a la baja del contado. A su vez, este proceso ha hecho saltar los stop-loss de numerosos fondos alternativos, lo que ha acelerado el movimiento. El caos está servido.

¿Qué hacer? Señalaba quien esto escribe hace menos de una semana que cuando el mercado entra en modo irracional es momento de estar con la caña puesta a la espera de poder cazar alguna que otra ganga. Esto, que sobre el papel es muy fácil, en la práctica resulta mucho más complicado. Pero es verdad que el mercado está completamente cegado por inmobiliarias y financieras y existe un mundo que va más allá de estas dos industrias. Una de las ventajas que generó, precisamente, la crisis punto.com, fue el imponer a la mayoría de las compañías una enorme disciplina tanto desde el punto de vista operativo como desde la óptica financiera e inversora, causa última, por cierto, de los cuellos de botellas de oferta de algunos sectores, como la minería. Sólo la llegada de nuevos entrantes en el mercado ávidos de rentabilidad inmediata rompió, en los últimos meses, esta guía de actuación. Pero afecta a una realidad empresarial sustancialmente restringida. Por tanto, es momento de sentarse y ver aquellos valores en los que el risk reward es claro al alza, que los hay.

Una situación como la que estamos viviendo no se ha producido en bolsa más que en momentos absolutamente excepcionales. Según recuerdan los analistas de Morgan Stanley, meses en los que el Eurostoxx ha caído más del 10% en un solo mes han coincidido con conflictos bélicos, atentados salvajes o momentos de crisis como la del propio 1987 en el que los mercados estaban mucho menos desarrollados. Es difícil pensar que nos encontramos en una situación parecida, la verdad, lo que refuerza la tesis de que es momento de comprar. ¿Con cuanta alegría? Dice el acervo popular que el último duro siempre que se lo lleve el otro. Así debe ser. Si realmente como dice algún analista técnico estamos ante un gap de agotamiento del mercado, con niveles de sobreventa exagerados, es momento de tomar posiciones para un rebote hasta los 14.000 puntos del Ibex. Queda poco más de una semana para la reunión de la FED y la situación actual, no lo duden, va a cambiar el sesgo del BCE, cuyos tipos a dos años ya están en el 3,55% y los largos en el 3,95% (2,35% y 3,66% en Estados Unidos) anticipando bajadas. Las noticias negativas van a continuar pero, ¿por cuánto tiempo? Toda crisis supone una oportunidad.

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Experto financiero que escribe Valor Añadido. Es un incisivo analista que despertó el interés de nuestros lectores con sus brillantes y didácticos artículos sobre empresas, sectores y tendencias del mercado.

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