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El año que conocimos lo que era 'el subprime'

Anuario 2007 crisis subprime mercado crediticio hipotecas EEUU

@María Igartua - 29/12/2007

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El año que conocimos lo que era 'el subprime'
 

Subprime, turbulencias financieras, 'credit crunch' o “accidente esperable", como lo calificó Alan Greenspan… Sea como fuere, si algo va a quedar en la memoria de los mercados sobre 2007 es que fue el año de la crisis de las hipotecas de alto riesgo.

Poco se sabía a principios de año sobre la que se venía encima. Inversores sedientos de mayores rentabilidades y bajos tipos de interés ignoraban el riesgo que suponía este tipo de productos, pero en Estados Unidos el 20% de las hipotecas contratadas eran subprime. Una palabra -subprime- que, por otra parte, en España apenas se escuchaba.

Sin embargo, la preocupación por una crisis generada en el mercado crediticio enfrentaba a los analistas. Precisamente en mayo, un informe de Schroders restaba importancia al maremoto subprime y aseguraba que éste había quedado reducido a problemas de liquidez específicos de sociedades concentradas en esta modalidad de endeudamientos.

Tuvo que ser Bear Stearns el que encendió las alarmas cuando, dos meses después, el 18 de julio, reconocía lo impensable: en un comunicado enviado a sus clientes aseguraba que era poco probable que recuperaran el dinero invertido en dos de sus hedge funds que se hallaban en dificultades –High-Grade Structured Credit Strategies Enhanced Leverage Fund y High-Grade Structured Credit Strategies Fund-.

Un anuncio que vaticinaba la tragedia que, finalmente, en agosto se convertía en una realidad. BNP Paribas suspendía y congelaba tres de sus fondos de inversión afectados por la crisis del mercado crediticio en Estados Unidos. El dinero comenzaba a esfumarse y, según explicaba el banco francés en un comunicado “la completa evaporación de liquidez en algunos segmentos del mercado de deuda en EEUU ha hecho imposible valorar los activos justamente en función de su calidad o calificación de crédito”.

Qué cierto es aquello de que cuando las barbas de tu vecino veas cortar pon las tuyas a remojar y a la luz de los acontecimientos, las entidades comenzaron a lanzar 'profit warnings', por eso de avisar a sus inversores de la que se avecinaba.

La suspensión de BNP desencadenó una espiral de noticias subprime en la que sólo cambiaban los protagonistas. Mismos perros pero con distintos collares… Merrill Lynch, UBS, Citigroup… Pero sin duda el caso más sangrante fue el del británico Northern Rock. A punto de la quiebra y con sus clientes haciendo cola para sacar su dinero tuvo que recurrir al Banco de Inglaterra para que le inyectara fondos de emergencia como consecuencia de una “contracción severa de liquidez”.

Pérdidas millonarias en la banca

La recta final del año ha consolidado al “maremoto subprime” como la mayor crisis financiera del siglo XXI. El colapso en el valor de decenas de vehículos de inversión estructurada se ha traducido en números rojos para un gran abanico de bancos. Pérdidas masivas que superan los 100.000 millones de dólares de momento, y subiendo.

Sólo entre Citigroup y Merrill Lynch, dos de las cabezas de la gran banca de Wall Street, suman 20.000 millones de dólares. Pero no son los únicos. A la larga lista de damnificados hay que sumar a UBS, Morgan Stanley, JP Morgan, Credit Suisse, HSBC o Barclays entre otros.

Sólo Goldman Sach se salva de la quema gracias a su apuesta por una posición bajista sobre los activos subprime y en las cotizaciones de las financieras e hipotecarias más expuestas. Tres nombres propios: Michael Swenson, Josh Birnbaum traders de GS Comercial Mortage Capital- y Dan Sparks –director general del departamento de hipotecas-, ha hecho posible que la entidad gane más de 4.000 millones de dólares cuando el resto perdía.

Ruedan cabezas en Wall Street

Como era de esperar las pérdidas han desembocado en destituciones. Si 2007 se ha caracterizado por algo ha sido por el baile de sillas en los altos despachos del mundo financiero. Las cabezas han rodado en la Gran Manzana cuando se han comenzado a exigir responsabilidades.

UBS fue el primero en abrir la veda al anunciar por sorpresa en julio la destitución de Peter Wuffli como consejero delegado tras reconocerse fuertes pérdidas de 3.500 millones de dólares.

Pero sin duda el más mediático de todos ha sido el primer ejecutivo de Merrill Lynch. El banco decidió prescindir de Stanley O´Neil el pasado mes de octubre una vez que se hizo público el agujero de 7.900 millones de dólares que tenía la entidad. También cayó por aquel entonces el presidente de Citigroup, Charles Prince, que ha sido sustituido por el que fuera secretario del Tesoro, Robert Rubin. Eso sí, ambos se han despedido con suculentos bonus, con lo que no se han ido con las manos vacías.

La Fed tarda en reaccionar

Si algo ha puesto de manifiesto esta crisis ha sido la lenta capacidad de reacción de la Reserva Federal. Numerosas inyecciones de liquidez y sucesivas bajadas de tipos -la última el pasado 11 de diciembre hasta el 4,25%- para poner un parche a una situación que se le iba de las manos.

No ha sido hasta mediados del mes de diciembre que la institución presidida por Ben Bernanke ha tomado cartas en el asunto y ha propuesto normas que limiten las hipotecas de alto riesgo.

Lo que sí es cierto que el calado de la preocupación de los mercados ha provocado un hito histórico: una gran alianza de los mayores bancos centrales, el Banco Central Europeo y la Fed para intentar enderezar la estabilidad del sistema financiero. Teniendo en cuenta que el último consenso de este calado se produjo tras los atentados del 11-S, la crisis que atraviesa el mercado va más allá de unos cuantos hechos puntuales.

España capea el temporal subprime

Aunque a mediados de agosto surgió el pánico entre los inversores españoles, temiendo que los fondos pillados por la crisis fueran más de los que parecían –concretamente doce asomaron la patita en aquellos días entre los que se encontraban Cajamar, Caja Navarra, Banco Popular o Banca March-, todo quedó en suelo mojado.

La crisis subprime ha permitido a la banca española saca pecho y ha consolidado a Santander y BBVA como los nuevos actores del nuevo orden mundial. La fortaleza de la entidad presidida por Emilio Botín en la zona euro ha encontrado su punto álgido con la finalización de la operación de compra de la holandesa ABN Amro, a la que ha acudido acompañado de Royal Bank of Scothland y Fortis. Además, BBVA no sólo ha conseguido mantener el tipo en bolsa sino que se ha situado entre los grandes del sector por capitalización bursátil.

Sin embargo, no hay que echar campanas al vuelo y desde diversos sectores se llama a la prudencia. De hecho, desde Bruselas ya se ha avisado que la crisis llegará a Europa el año que viene y afectará especialmente a España, Irlanda y Luxemburgo. Una advertencia a la que hay que sumar el análisis del que fuera presidente del Fondo Monetario Internacional hasta el mes de julio. Según explicó Rodrigo Rato, los efectos de la crisis hipotecaria sobre la economía española se verán “de manera real” a partir de 2008.

Con todo, España despide el año con cierto alivio y encara 2008 con un ojo puesto en Estados Unidos y con otro en el fin de la burbuja inmobiliaria, que ya es una realidad, y que va a convertirse en el principal factor de la ralentización de la economía en el año que entra.

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