publicidad
publicidad
Logo EL Confidencial
Logo de Cotizalia
Viernes, 16 de noviembre de 2007 (Actualizado a las 10:00)
 
Portada   En Exclusiva   Sectores   Análisis   Lo Último   Warrants   Blogs   Cotizados   Acciones   Fondos     

Guerra fiscal en España. Madrid gana la primera batalla

@S. McCoy - 15/11/2007

Votar esta noticia

Resultado (165 Votos)

enviar a un amigoimprimirDeja tu comentario (36)

La venganza es un plato que se sirve frío. Sin embargo su Majestad el Rey no ha podido esperar lo suficiente como para que las calientes aguas del affaire Federico se enfriaran. Y ha pisado, -fue sin querer queriendo, que diría el Chavo del Ocho-, con su “por qué no te callas” al cagarruta Chávez, una de las decisiones de política fiscal de mayor trascendencia que se han tomado en España en los últimos años: la rebaja impositiva anunciada por Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid. Obviamente, se trata de análisis ficción. No hay ninguna relación causa efecto entre la verborrea real, que quemó el recurso de última instancia que ha de suponer siempre el Jefe del Estado, y la medida presidencial. Faltaría plus. Pero es verdad que lo uno ha eclipsado lo otro. Y merece la pena una reflexión adicional. Porque la propuesta ha impactado, y mucho, en otras regiones que se tientan la ropa ante lo que les puede venir.

Madrid ha decidido rebajar en un punto porcentual el tramo autonómico del IRPF y suprimir paulatinamente el Impuesto sobre el Patrimonio, con un coste fiscal de unos 1.400 millones de euros. Se trata de un caso excepcional, por la ausencia de precedentes. Y no exento de riesgos. Las arcas autonómicas aún arrastran la losa del endeudamiento asumido por el Faraón de Correos y la medida se toma en un momento en el que los ingresos regionales se ven perjudicados por el parón inmobiliario y su consecuente impacto recaudatorio a través del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. Sin embargo, el talante liberal de Aguirre le lleva a aferrarse a los principios de la curva de Laffer, que defienden que menores impuestos pueden suponen, finalmente, una mayor capacidad de captar recursos a través del erario. Al efecto de mayor renta sobre los ciudadanos, habría que añadir un doble efecto sustitución: geográfico o de atracción de capitales procedentes de otras áreas y de oficialidad de parte de la economía que aún navega sumergida.

Las críticas al proyecto de Esperanza Aguirre se caen por su propio peso. A nivel internacional a nadie se escapa que gran parte de la pérdida de competitividad española se deriva de una fiscalidad incapaz de atraer inversiones. Se sigue usando el impuesto exclusivamente con una finalidad recaudatoria (que mira hacia atrás), -imprescindible, lo reconozco, para dar cumplimiento a su misión redistributiva-, y no con un mínimo objetivo de fomento de la actividad empresarial (que mira hacia delante) y que también es capaz de contribuir a la mejora de todos y, especialmente, de los que más arriesgan. Desde ese punto de vista, y cuando alguna de las regiones más señeras de nuestro país o bien gozan ya de privilegios fiscales o bien persiguen obtenerlos a través de sus respectivos estatutos, lo que descalifica sus objeciones, no es de extrañar que Aguirre, que ha visto las orejas al lobo de la potencial desaceleración económica española, haya decidido tomar el toro por los cuernos y acometer una iniciativa, la fiscal, que le va a permitir seguir atrayendo capital a la región que más crece de España.

Pero el debate va más allá y se centra en la capacidad de ejecución del Gobierno de Madrid que, sin duda, es lo que le ha llevado, con sus luces y sombras, a la mayoría absoluta de la Comunidad. Una capacidad de actuación que, no nos engañemos, se deriva de la inexistencia en Madrid de ese cáncer que supone, para muchas regiones, la existencia de unos pactos contra natura que persiguen un objetivo político y no social: el arrinconar al fantasmagórico enemigo común, la derecha. En el pecado llevan su penitencia. Los servilismos nacionalistas bloquean el proceso de toma de decisiones y su inacción derivará, antes o después, en un empobrecimiento regional severo. Por paradójico que parezca, las mayorías absolutas a las que el electorado condena al PP van a suponer una clara oportunidad para las regiones que regentan, escándalos de corrupción mediante, que en todas partes cuecen habas.

Tiene mérito Esperanza Aguirre. Superar determinados clichés que le fueron atribuidos cuando era Ministra de Cultura para encaramarse primero, por méritos ajenos, a la Presidencia del Senado y posteriormente, por capacidad propia, a la de la Comunidad, -tamayazo mediante, la suerte de los campeones, o no-, es digno de elogio. A partir de ahí ha sabido conquistar a los madrileños por el bolsillo y los servicios. Y los votos le avalan. La Esperanza es la capacidad desde la fe de creer en una vida mejor y eterna, más allá de la realidad presente. Y Aguirre sueña con hacer honor a su nombre. Y lo tiene claro. A andar se aprende andando.

Votar esta noticia

Resultado (165 Votos)

enviar a un amigoimprimir

Opiniones de los lectores (36)

Deja tu comentario

36. usuario registrado HerbertJueves, 15/11/2007, 19:25 h.

JRG 32. Esa es precisamente la madre del cordero. Yo suelo decir que Esperanza Aguirre es todo lo liberal que se puede ser, siendo conservadora, y eso no es mucho. Y, en efecto, coincido con tu apreciación del último párrafo, la bajada de impuestos no se realizará a cambio de recortes en los servicios públicos, sino de aumento de la deuda. No olvidemos que aunque los tipos han subido, y eso ha puesto a deudores poco solventes contra las cuerdas, para un buen pagador (creo que somos o hasta hace poco éramos AAA en los ratings más prestigiosos) sigue siendo muy barato endeudarse (a la siguiente generación, ya veremos). Que Aguirre (El azote de Dios, según Erzog, ja ja) ha mantenido el perfil estatista durante todo su mandato (al igual que hizo Aznar) es evidente, y me extrañaría que dejase de hacerlo, no tanto por electoralismo, sino porque realmente cree en ello. Hace falta tener mucha confianza en los ciudadanos para dejarles ocuparse de sus asuntos, y en este pais ya exiliamos al último de los liberales. Así que sí, engaño será.

  marcar ofensivo Marcar como ofensivo

35. usuario registrado aititeagustinJueves, 15/11/2007, 19:24 h.

Ese es el camino de un buen gobernante. Gobernar para los ciudadanos. A ver si aprenden los demás que están gobernando para sus intereses partidistas.

  marcar ofensivo Marcar como ofensivo

34. usuario registrado CidCampeadorJueves, 15/11/2007, 19:16 h.

A Delazarza(28):

¿Eres de La Zarza de Granadilla??? Si es así, mi familia es de un pueblo de al lado...

Un saludo.

  marcar ofensivo Marcar como ofensivo

33. usuario registrado agarcíaJueves, 15/11/2007, 18:55 h.

Es muy viejo el debate sobre la no linearidad del aumento de los ingresos con el aumento del tipo impositivo; Laffer hizo una curva que no es sinó una proclama ideológica "ecuacionada".
Pero, sí, los ingresos no crecen con el crecimiento del tipo, lo que si crece, incluso exponencialmente, es el incentivo al fraude y a la migración fiscal.
Evidentemente si una Administración está sobrada de recursos para los gastos corrientes y los imprescindibles, puede plantearse si los de "adorno político" son rentables en términos de desarrollo real; tambien si admitiendo esta rentabilidad no sería mejor gestor de ellos el Sector Privado con su mayor libertad de contratación y de disposición de los recursos humanos.
Pero si la rentabilidad no es proporcional al gasto, y no hablo de la rentabilidad política (única que entienden los populistas), la razón moral está del lado de su devolución al contribuyente via rebajas fiscales. Y en éste caso que nadie dude que los particulares sabremos dar mejor cuenta de ese dinero, bien por la vía del consumo y el crecimiento que ello implica, o por vía del ahorro y la formación bruta de capital que el ahorro propicia.
Devolución de Libertad simplemente

  marcar ofensivo Marcar como ofensivo

32. usuario registrado JRGJueves, 15/11/2007, 18:17 h.

Herbert 12)

El problema es que Laffer en su servilleta lo situó casi en el extremo izquierdo y eso no se lo cree nadie.

Sólo realizando una política impositiva tremendamente procíclica (bajando impuestos en medio de una expansión)se cumpliría la hipótesis de Laffer. Y en ese caso los problemas por el lado de la inflación pueden ser tremendos.

Yo creo que cuando se bajan impuesos hay que decir que servicios públicos se van a recortar. Lo contrario es un engaño pues aumentará la deuda en terminos estructurales (no cíclicos).

  marcar ofensivo Marcar como ofensivo

El equipo de redacción revisará las opiniones para evitar la difusión de comentarios no apropiados o insultos. El horario del foro es de 07:00 a 23:00 h, con horario restringido a los invitados de 10:00 a 19:00 h. Fuera de ese horario no se incluirán opiniones.

Ver más comentarios    Deja tu comentario

Un mercado inmobiliario que crece al 30%

@S. McCoy - 14/11/2007

Peligro: el apellido de la crisis pasa de liquidez a solvencia (II)

@S. McCoy - 13/11/2007

¡¡¡Peligro!!! El apellido de la crisis ya no es liquidez sino solvencia

@S. McCoy - 12/11/2007

De mayor quiero ser Emilio Botín Jr.

@S. McCoy - 09/11/2007

Renta 4, tres, dos, uno... ¿crash or take off?

@S. McCoy - 08/11/2007

Ver más»

Acerca de...

@S. McCoy

Experto financiero que escribe Valor Añadido. Es un incisivo analista que despertó el interés de nuestros lectores con sus brillantes y didácticos artículos sobre empresas, sectores y tendencias del mercado.

 

los más leidos los más leidos los más comentados los más enviados

Todos los derechos reservados © Prohibida la reproducción total o parcial

Auditado por Ojd