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S. McCoy

La arrogante Maleni y los males de la obra civil en España

Maleni

@S. McCoy - 29/10/2007

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Si la Ministra de Fomento no existiera, habría que inventarla. El espectro político necesita de personajes así, en los que lo patético alcanza tal dimensión que entraría en el campo de lo cómico de no ser por la cantidad de ciutadans -¿será una premonición?- afectados. Sin embargo la culpa no es enteramente suya, qué se le va a hacer. La obra civil lleva unos años en España de mal en peor, resultado de la conjunción de tres grandes aspectos: modelos inadecuados de adjudicación (que paradójicamente no han regido en el caso del AVE, salvo en el famoso affaire de la señalización), lagunas técnicas en la ejecución y sometimiento al devenir político en su conclusión.

Las consecuencias de tanto despropósito saltan a la vista. La seguridad es el requisito mínimo que se ha de pedir a cualquier infraestructura pública. No es un argumento de refuerzo, sino de base. Si hay que invocarla constantemente, malo. Y no sé ustedes, pero yo no paro de oírla, como criterio principal, en todos los foros. Mala señal.

El problema, de origen. En efecto. 24 de octubre. Cinco Días. Coincidiendo con la crisis de los socavones. “Fomento adjudica con bajas de hasta el 49% las últimas autovías”. Si eso no son bajas temerarias, a las que hace referencia el artículo 83 del Texto Refundido de la Ley de Contratos con las Administraciones Públicas de 2000, que venga Álvarez-Cascos y lo vea. La carrera desesperada por parte de los grandes grupos constructores para hacerse con obras para su cartera a cualquier precio provoca unas licitaciones absurdas en las que, o bien el Estado (que para fijar el importe inicial se basa en estimaciones, ojo, de los colegios profesionales, que se supone conocen mejor que nadie su trabajo), o bien la concesionaria (que además tiene que hacer su negocio) yerran, por mucho, en sus estimaciones.

La consecuencia es obvia. Al primar el coste sobre el resto de considerandos técnicos, el proceso nace viciado. El ajuste presupuestario en la ejecución lleva a la presión sobre toda la cadena de aprovisionamientos, al abuso de la subcontratación y a la falta de óptima calidad en la ejecución. Y si, aun así, hay excesos sobre lo previsto, compensa el pago de las penalizaciones frente a la ausencia de carga de obra. Y más cuando lo importante, en definitiva, es llegar a tiempo... ¿A tiempo para quién? Vale, McCoy, la pregunta se responde sola. A tiempo de quien paga, que ya se encargará de compensar por la vía de lo arbitrario lo que no puede solventar desde la objetividad. Sombras de ésta mi querida España, esa España tuya, esa España nuestra.

Maleni no es nombre de tango, pero casi, y, como la protagonista de la novela de Almudena Grandes, parece pesar sobre ella la sombra de una maldición que afecta a todo lo que toca. Sin embargo, el horno de la obra civil en España no está, ni mucho menos, para los bollos de la soberbia y la impertinencia en los que se prodiga la ministra, capaz de hacer esperar más de dos horas a los consultores de ingeniería en su primera reunión con ellos sólo para espetarles que el mundo es muy grande y su paciencia limitada.

Es demasiado lo que está en juego. Pero o estamos a las setas del apurar presupuestario, aun a costa de todos los factores que citábamos antes, o empezamos a estar a los Rolex de una función pública en la que la diferencia no se debe establecer en términos de seguro o inseguro, sino de bueno o excelente. Bonita utopía para comenzar la semana. Feliz y corta semana a todos.

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Opiniones de los lectores (25)

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25. awaLunes, 29/10/2007, 18:54 h.

zapatero visito Barcelona y se produjo el socabon numero 13 , lagarto lagarto, toco madera.

24. TumasLunes, 29/10/2007, 18:31 h.

Estoy de acuerdo con algunos, que el problema es la prisa por innaugurar en vísperas de elecciones, como si los ciudadanos fuésemos idiotas, o tarados .La solución , no votar a los actuales . A ver si los barceloneses son valientes y cambian su voto. Es el único lenguaje que entienden esta panda de políticos cada dçia más impresentables. Acaso la democracia no consiste en eso : si tu lo haces mal, voto a otro.

23. piofoncillasLunes, 29/10/2007, 18:27 h.

(Continua) se efectuan por debajo del coste real, para despues obtener el beneficio a través de facturas adicionales por aquello que no estaba comprendido en el contrato.
Buena parte de culpa tienen nuestros técnicos, pues si usted encarga un proyecto de ingeniería y contrata su ejecución, irán saliendo mil y una carencias, que suponen que la ejecución de aquel proyecto, tal y como fue visado por su Colegio Profesional, es de ejecución absolutamente imposible. Cuando el Estado contrata unas obras con base en un proyecto, el constructor sabe que, poco a poco, irán surgiendo incidencias no previstas que le salvarán la obra y ganará dinero.
En USA los proyectos contienen hasta el detalle de las roscas de los tornillos de los pernios, y cuando se terminan no existe posibilidad de incidencia no prevista, y de existir responde el Ingeniero.
Un proyecto de ferrocarril requiere unos estudios geotécnicos -para evitar hundimientos-, al menos, cada 300 metros. ¿Cuantos se han hecho en la línea del A.V.E.?. Pues al final se hunde, ahora, o con los pasajeros dentro. Y si no al tiempo que es maestro de Ministras

22. piofoncillasLunes, 29/10/2007, 18:20 h.

La dimisión de la Ministro es totalmente impensable pues, como hemos reiterado, la dimisión es acto noble de quién, por alguna razón, no puede, o no quiere continuar en un puesto y se marcha, por propia decisión. Nuestra ministrilla de cuota debe ser sancionada con el cese, forma de terminar un mandato reservada para dotar de un matiz punitivo una concatenación de actuaciones. Dimite quién pierde la mayoría, se cesa a quién se lleva los dineros públicos. Pues bien, nuestra fashion de cupo, debe ser sancionada con la indignidad del cese, que pese toda la vida en su curriculum personal y sea recordada por ello. ¿Qué menos despues de la que ha armado?.
En cuanto a la contratación pública es un problema que nos viene de tiempo inmemorial y que debería ser objeto de un estudio profundo, y como medida preventiva que ningun contrato con la Administración, ninguno, por ninguna causa pueda superar, al final, un incremento del 5% sobre el de adjudicación.
En España nos hemos acostumbrado a la ilegalidad permanente, quizá por un exceso de leyes, y así la propia Ley de Contratos del Estado se salva de mil y una maneras, de tal forma que, todos sabemos que....... (sigue)

21. Vicente TorresLunes, 29/10/2007, 16:49 h.

Hubo un ministro valenciano que no tenía nada que ver con un desastre que ocurrió, puesto que sólo hacía tres días que había sido nombrado, y dimitió. Creo que es el único caso en la democracia española. Todos los demás políticos a los que les ocurren cosas, llueva lo que llueva, se aferran al cargo. http://xpuntodevista.blogspot.com

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@S. McCoy

Experto financiero que escribe Valor Añadido. Es un incisivo analista que despertó el interés de nuestros lectores con sus brillantes y didácticos artículos sobre empresas, sectores y tendencias del mercado.

 

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