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El crédito para la compra de viviendas se desploma un 14% en agosto y enfría aún más el mercado inmobiliario

crisis inmobiliaria

El crédito para la compra de viviendas se desploma un 14% en agosto y enfría aún más el mercado inmobiliario

@Carlos Sánchez.- - 04/10/2007

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El enfriamiento del mercado hipotecario se afianza. Y lo hace de manera cada vez más acelerada. Lo dicen los últimos datos sobre nuevas operaciones de crédito destinadas a la adquisición de viviendas, que reflejan una caída del 14% en el mes de agosto en términos interanuales.

Se trata, con diferencia, del mayor retroceso desde los comienzos del boom inmobiliario, hace alrededor de un decenio, y contrasta con las altas tasas que todavía se registraban hace apenas cinco trimestres, cuando las nuevas operaciones crecían en ritmos cercanos al 15%. En marzo del año pasado, incluso, las nuevas operaciones de créditos para la adquisición de viviendas crecían por encima del 35%, lo que da idea de la velocidad de deterioro de este indicador.

Aunque formalmente, y según datos del Banco de España, los préstamos destinados a la adquisición y rehabilitación de viviendas están creciendo un 18,4% en términos interanuales (junio sobre junio) hay que tener en cuenta que el volumen total (562.101 millones de euros) incorpora el saldo vivo existente, por lo que de su lectura no se puede adivinar la evolución más reciente. Como dice un analista, “los datos tienen mucha inercia y no reflejan las últimas tendencias”.

Por eso, para saber qué es lo que está pasando en estos momentos, el análisis hay que realizarlo comparando las nuevas operaciones de crédito para la adquisición de viviendas realizadas en los últimos 12 meses con las que se realizaron en igual periodo del año precedente. Y los resultados no dejan lugar a dudas. Desde marzo de 2006 la tasa de variación no ha dejado de empeorar hasta alcanzar tasas negativas a partir del tercer trimestre del año 2006 (el citado -14%), según datos proporcionados por una entidad financiera.

Se acaban los buenos tiempos

Esta menor demanda de créditos para la compra de viviendas tiene unas consecuencias innegables sobre el mercado inmobiliario -presiona a la baja los precios-, pero también sobre las cuentas de resultados de las entidades financieras, que en los últimos años han vivido una época dorada al calor del fuerte aumento del endeudamiento de las familias para la compra de viviendas. Un fenómeno que afecta sobre todo a las cajas de ahorros, que literalmente se han volcado en el mercado hipotecario.

Hasta el punto de que de cada cien hipotecas suscritas por el conjunto del sistema financiero, 60 corresponden a la cajas de ahorros y tan sólo 32 a los bancos (el resto son otras entidades de crédito, como las cooperativas). El 58,1% del capital prestado ha sido concedido por las cajas, mientras que el 33,6% corresponde a los bancos, cuando la cuota de mercado de las primeras en el total de créditos del sector financiero se sitúa en el entorno del 48%, lo que significa que se han ‘especializado’ en los últimos años en el mercado hipotecario.

La ralentización del crédito a la adquisición de viviendas tiene, sin embargo, una lectura positiva: la demanda de liquidez en el interbancario se ha reducido, ya que se conceden menos préstamos. Lo que no está claro –ya que eso depende de la estrategia de cada entidad- es sí bancos y cajas han prestado menos dinero por dificultades de tesorería (para salvar la iliquidez del sistema) o si se ha producido una caída real de la demanda de crédito al calor del nuevo escenario de tipos de interés. Ambas realidades, incluso, han podido coincidir en el tiempo, por lo que no son incompatibles.

La menor demanda de créditos vinculados a la vivienda parece estar relacionada, en cualquier caso, con un descenso brusco de las expectativas de los agentes económicos, como puso ayer de manifiesto el Instituto de Crédito Oficial (ICO). El Indicador de Confianza del Consumidor retrocedió en septiembre 6,3 puntos respecto de agosto hasta situarse en el nivel mínimo de la serie histórica (80,2 puntos).

El factor que más hizo bajar este indicador fue la percepción de la situación actual, que retrocedió 9,6 puntos, hasta los 73,1, mientras que el indicador de expectativas bajó en mucha menos medida, tres puntos, hasta situarse en los 87,3 puntos, informa Efe. En esta importante caída, esperada tras la crisis de los mercados financieros de agosto, ha tenido mucho que ver la “avalancha de información” que los consumidores han recibido desde entonces, reconoció el presidente del ICO, Aurelio Martínez.

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Opiniones de los lectores (24)

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24. Juan TanameraJueves, 04/10/2007, 18:55 h.

Según un alto cargo de Holcim, el consumo de cemento ha caído un 40% en los últimos 6 meses.

23. usuario registrado J&LJueves, 04/10/2007, 18:51 h.

vamoavé. Sucede que si se hiciera una encuesta entre los participantes en éstos foros con sólo dos preguntas, éstas:
a- Tiene vd. vivienda en propiedad?
b- Dispone vd. de 120000€ para invertir en algo con el 40% de rentabilidad?.
Las respuestas, si fueran sinceras serían reveladoras.
Especular con un bien, mobiliario o inmobiliario, es comprarlo por un precio real presente esperando (especulando con) un beneficio hipotético futuro que consideramos apetecible y de una posible magnitud que nos hace aceptar un riesgo. Y eso reza igual para unos ladrillos, que unas acciones o un fondo de inversión.
Adivine ahora, no es muy difícil, el porcentaje de los que no tienen vivienda en propiedad y de los que no tienen dinero para especular. Un saludo.

22. vamoavéJueves, 04/10/2007, 17:16 h.

Totalmente de acuerdo con "anto". Me gustaría que alguien me explicara, sin demagogia, por favor, cuándo se especula y cuándo se hace negocio. Además, el dinero que se gana especulando, luego se invierte y esto aunque a algunos les parezca increíble, genera riqueza para todos. A nadie le han puesto una pistola en el pecho para que compre una vivienda determinada. Ellos solitos toman sus decisiones. Y los que piensen que la vivienda es cara, pues que se vayan a vivir a otro lugar donde sea más asequible. Siento mucho que toda la gente no pueda vivir justo en el sitio que le gustaría. Una vez más, deberíamos aprender de EEUU donde la gente cambia su residencia en función de las circunstancias y no montan ningún drama

21. antoJueves, 04/10/2007, 14:50 h.

Estoy harto de la ignorancia de muchos respecto a los especuladores, a los que ven como bichos raros y malos. Si quitaramos el 90% de la especulacion estariamos como Albania o Corea del norte, y si quitaramos el 100% iriamos al paleolitico, en el neolitico los escedentes agricolas, ceramica, etc favorecieron el desarrollo de las civilizaciones. El que no quiera especular que coma frutos silvestres , apañe una gallina y una vaca, pero que se beba toda la leche, no se le vaya a ocurrir especular con los vecinos.

20. ANTONNNJueves, 04/10/2007, 14:44 h.

Tengo la sensación de que algunos desearían que la burbuja estallase de golpe. Se creen que así lograrían que ganase el PP. Llevamos años diciendo que el mercado está inflado, y ahora que se desinfla sin explotar, metemos el dedo en la herida para fastidiar. La economía es así, cuando un bien dispara su precio y los compradores ya no pueden alcanzar ese precio, no se vende, con lo que tiene que pararse la producción de ese bien. El tiempo todo lo arregla, y los pisos volverán a cotas en las que el mercado se reactivará excluyendo a los especuladores. Desde luego estos lo llevan mal pues tardarán en vender y perderán dinero.

 

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