Votar esta noticia

Resultado (14 Votos)

Deja tu comentario (4)

Los altos ejecutivos de los bancos y cajas de ahorros no olvidarán nunca el verano de 2007, porque se quedaron sin vacaciones. El Banco de España tocó a rebato a principios de agosto, con la extensión de la crisis ‘subprime’ al conjunto de los mercados de crédito. Entre los días 8 y 10 de ese mes, los directores financieros y de tesorería de toda la banca española tuvieron que interrumpir su descanso y volver apresuradamente a sus puestos de trabajo para elaborar un exhaustivo informe sobre su situación de liquidez, según fuentes del sector de toda solvencia.

Aunque la crisis de las hipotecas ‘subprime’ había estallado unos meses antes (El Confidencial publicó las primeras informaciones al respecto en marzo), su extensión al conjunto del mercado de crédito no se produjo hasta principios de agosto. Concretamente, el día 7 la Fed tuvo que salir a tranquilizar a unos mercados asustados por los problemas de Bear Stearns, que provocaron la dimisión del presidente de la entidad. El día 8 estalló la crisis en toda su crudeza con el anuncio del cierre de tres fondos de BNP Paribas y las dificultades de un hedge fund de Goldman Sachs. Estas noticias provocaron un desplome de las bolsas los días 9 y 10 de agosto, y el día 17 la Fed tuvo que bajar medio punto el tipo de descuento para inyectar urgentemente al sistema una liquidez que se había secado.

Estas noticias hicieron saltar todas las alarmas en Cibeles. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, no quería tener que acudir de urgencia al rescate de una entidad española y provocar una retirada en masa de depósitos (como la que más tarde se produjo en el británico Northern Rock). Había que evitarlo a toda costa y, si eso conllevaba dejar sin vacaciones a toda la banca, pues qué se le iba a hacer.

Según fuentes conocedoras de la situación, en el informe exigido a las entidades debían reflejar cuánto dinero habían tomado, a qué precio, a qué plazo, quiénes les facilitaban la financiación, cuáles eran sus perspectivas, etc. Estas fuentes explican que a las entidades con una situación desahogada se las dejó en paz, pero que aquellas que estaban “más justas” siguen siendo escrutadas al detalle por el supervisor. De hecho, todavía tienen que mandar al Banco de España un informe diario sobre su posición de liquidez.

Aunque siguen sin trascender los nombres de las entidades con más dificultades, las fuentes consultadas aseguran se encuentran en esta situación tres o cuatro bancos pequeños y medianos, y un número superior de cajas de ahorros. La “recomendación” a las cajas de ahorros de que vendan suelo para reducir su riesgo no hace sino confirmar esa determinación de MAFO por evitar que la crisis pase a mayores en España.

No obstante, los expertos consultados consideran que, aunque pueden atravesar problemas puntuales, ninguna de estas entidades está en una situación realmente delicada: “No vamos a ver un Northern Rock en España”, afirma tajantemente uno de ellos, aunque reconoce que los crecimientos y los márgenes de los últimos años son insostenibles y que hay entidades que han “cometido muchos excesos” en el mercado inmobiliario. Otro confía en que “la banca española va a salir reforzada de la crisis, porque tiene una solvencia muy alta, no tiene deuda subprime ni grandes hedge funds y tampoco tiene en cartera conduits”.

Los conduits son los tristemente famosos vehículos de titulización de activos cuyo valor se ha desplomado, que fueron utilizados masivamente por las entidades europeas y de EEUU para lograr un diferencial muy jugoso con los tipos a corto plazo. El Banco de España prohibió su uso aquí con un exceso de prudencia que fue criticado inicialmente pero que ahora ha resultado providencial.

Precisamente, estas inversiones siguen provocando grandes quebrantos en las mayores entidades del mundo. Ayer mismo, UBS anunciaba unas fuertes pérdidas trimestrales y 1.500 despidos, y Crédit Suisse y Citigroup reducían sus previsiones de beneficios en un 20% y un 60%, respectivamente. En el caso del gigante norteamericano, tendrá que amortizar 1.400 millones de dólares en deuda concedida a empresas para acometer adquisiciones que no ha podido sindicar con otros bancos, y otros 1.300 millones por la pérdida de valor de los citados conduits.

Votar esta noticia

Resultado (14 Votos)

Ver más comentarios    Deja tu comentario

Bancaja y CAM rematan a Llanera tras rechazar su plan: “Sólo quedaba gasolina hasta septiembre”(02/10/2007)

Efecto dominó en la gran banca: Citigroup, UBS y Credit Suisse lanzan 'profit warning' a los inversores (02/10/2007)

Moody´s coloca a cinco cajas de ahorros en su punto de mira ante una posible crisis inmobiliaria(02/10/2007)

Sacyr está dispuesto a salir de Eiffage en cuanto pueda (02/10/2007)

Proyecto Brick: nadie puja por la Ciudad Financiera del Santander (02/10/2007)

EL RADAR

Vende con el rumor, compra con la noticia
Rubén J. Lapetra

PUNTO DE VISTA

¿Vivimos una burbuja bursátil fundada otra vez en un precio del dinero barato?
Jesús García

INFORMACIÓN PRIVILEGIADA

¿Tan mal está la banca española?
Jesús Sánchez-Quiñones*