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El golpe de Sonatrach contra Repsol y Gas Natural cogió al ministro Clos fuera de juego

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@Aníbal González.- - 05/09/2007

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El golpe de Sonatrach contra Repsol y Gas Natural cogió al ministro Clos fuera de juego
 El ministro de Industria, Joan Clos (Efe).

La ruptura por Argelia del contrato suscrito en 2004 con Repsol y Gas Natural para el desarrollo del yacimiento gasista de Gassi Touil ha cogido “fuera de juego” al ministro de Industria, Joan Clos. Aunque las empresas afectadas renuncian a señalar a nadie con el dedo, fuentes conocedoras de las tensas negociaciones entre las partes habidas en los últimos meses se muestran muy críticas con el Gobierno Zapatero, “que se ha movido mal y ha prestado escasa ayuda”, y muy particularmente con el ministro Clos, aunque salvan de la quema a Asuntos Exteriores.

“El ministro Clos no se ha enterado de qué iba este asunto, y no ha sabido ligar el desarrollo del proyecto de Gassi Touil con las reclamaciones argelinas respecto al proyecto de gasoducto Medgaz y el interés de Sonatrach por meter cabeza en el mercado español. Cuando Industria ha resuelto esas trabas, Argel se ha considerado con las manos libres para romper aquel contrato y apoderarse en exclusiva del yacimiento gasista”, aseguran las fuentes.

El origen del conflicto, sin embargo, hay que apuntarlo al espectacular incremento de los precios del crudo (del entorno de los 20 dólares barril a que estaba en 2004, a los más de 70 dólares a que ahora cotiza) y al evidente clima de nacionalismo económico que enseñorea los Gobiernos de los países productores de hidrocarburos a nivel mundial.

Repsol y su filial, GN, se adjudicaron el concurso para el desarrollo –que abarcaba todas las fases del proceso, incluida la comercialización del gas- del campo de Gassi Touil en un momento de apertura del sector energético argelino a intereses internacionales, deseoso el Gobierno de Argel de atraer inversiones y tecnología extranjeras.

Pero en los últimos tiempos, el Ejecutivo que preside Buteflika se ha visto sorprendido por el maná de unos precios del crudo que le permiten cómodamente comprar toda la tecnología que precise, y responder a la vez a los desaires del Gobierno Zapatero a cuenta de sus veleidades promarroquíes. Las primeras señales del “cambio de modelo” llegaron –finales de 2006 y principios de 2007- con el anuncio de un radical aumento de impuestos a las empresas involucradas en actividades extractoras en el país.

Convencidos de que no necesitaban a nadie para explotar sus enormes recursos energéticos, Argel se dedicó a poner palos en las ruedas de Gassi Touil, decididos a adjudicarse el 100% del mayor proyecto integrado actualmente en curso en Argelia, el único, además, en el que participan empresas extranjeras, las dos españolas citadas.

Entre ambas partes se ha venido desarrollando en los últimos meses un intenso cruce de correspondencia, a través de la cual Repsol trataba de responder a las acusaciones argelinas de retraso en la puesta en marcha del proyecto –algo que la dirección de Madrid niega-, al tiempo que pedía aclaraciones sobre las citadas subidas de impuestos.

Los españoles acuden al Tribunal de Arbitraje de Ginebra

El 30 de julio pasado, la dirección de Sonatrach hizo saber por carta a Repsol su decisión de romper unilateralmente el contrato de adjudicación del proyecto de Gassi Touil, descartando la posible intervención de un mediador, procedimiento de uso común en caso de discrepancia en materia económico empresarial. A Repsol y GN no les quedaba más alternativa que acudir al Tribunal de Arbitraje de Ginebra (Suiza), dispuestos al menos a meter presión a Sonatrach.

A lo largo del mes de agosto se produjeron una serie de encuentros y cruce de cartas entre las partes, sin resultado. Carentes de apoyo efectivo del Gobierno Zapatero, a las empresas españolas no les quedó más remedio que notificar a la CNMV como hecho relevante una decisión “que supone un lucro cesante muy importante para Repsol, aunque desde el punto de vista patrimonial el daño sea mínimo”.

“Exteriores se ha movido bastante, pero Industria no ha sabido ligar el desarrollo de este proyecto a las reclamaciones argelinas en el caso de Medgaz y al propio deseo de Sonatrach de vender gas en España. Cuando se han visto liberados de ese asunto por Industria, han caído sobre Repsol de una forma que nunca se hubieran atrevido a llevar a cabo con una empresa francesa”.

Joan Clos manifestó ayer desde Pekín, donde se encuentra, su “preocupación y malestar” por lo ocurrido, asegurando que “haremos todo lo que nos permita la ley para defender los intereses nacionales”. El ministro espera que el conflicto se encauce por la vía del diálogo. “Nuestra aproximación son las relaciones estratégicas de vecindad a largo plazo, pues no en vano Argelia es el primer proveedor de gas natural a España, con más del 30% del suministro”.

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Opiniones de los lectores (9)

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9. usuario registrado paisanoMiércoles, 05/09/2007, 11:04 h.

Lamentablemente Clos está en ese puesto por ser catalán sin la menor cualificación.
Pero el problema principal no es ese, podemos aceptar un ministro que no sepa pero debe tener un equipo que sí que esté preparado. Si no lo han visto venir hay razón para preocuparse.

8. usuario registrado FernandoFFMiércoles, 05/09/2007, 10:37 h.

El asunto del gas argelino tiene mucho más mar de fondo que la escasa preparación del ex-alcalde de Barcelona para ocupar la cartera de Industria.

En cierto modo este asunto demuestra lo que ayer decía sobre nuestros diplomáticos, que el cuerpo necesita un repaso organizativo y adecuación de conocimientos de los más menos renovados. Segundo, hay que tener un poco más de prudencia con los nombramientos de cargos políticos que no tienen ni idea del área que asumen porque tendrán que enfrentarse a esos asuntos con personas cualificadas en el ruedo euroepo y el internacional. Empecemos por la pobreza de lenguas de muchos de nuestros políticos.

Ahora bien, dejado a un lado un asunto de régimen interno español, el asunto argelino tiene un componente que ni el mejor ministro competente pudiera fácilmente salvar - la connivencia impulsada por Putin para crear una especie de OPEP de los productos de gas contando con Argelia e Irán. Y allí, la UE tiene a un "judas" entre los miembros que intenta jugar a dos bandas -la Alemania de Merkel & Schroeder. De hecho Schroeder preside la empresa conjunta germano-rusa que gestiona el gasoducto que transportará el gas ruso de Gazprom.

7. PRVLVMiércoles, 05/09/2007, 10:34 h.

Para los adictos al GN, un paso más hacia la idea de diversificación, incluyendo la NUCLEAR, que nos dará algo más de independencia de países inestables.

6. usuario registrado oasMiércoles, 05/09/2007, 10:25 h.

La dependencia de España del gas Argelino conlleva un alto riesgo para el futuro de la economía. En las renovables nunca serán una alternativa a las térmicas o nucleares sino un excelente complemento. Espero que algún gobierno tenga el valor de retomar la construcción de centrales nucleares en España; Un solución a una mas que probable crisis energética mundial en 20-25 anos no se improvisa, por muchos que nos guste considerarnos artistas de la improvisación.

5. usuario registrado sulfuro sulfuroMiércoles, 05/09/2007, 10:18 h.

El ministro Clos está fuera de juego desde que tomó posesión. Sólo a nuestro ínclito presidente se le pudo ocurrir poner en mano de este Sr. que carece de la más mínima cualificación una cartera de la Importancia de Industria en un momento de desvarío o, lo que sería peor, como pago de tributo al nacionalsocialismo catalán.
Nuestro Gobierno parece no darse por afectado por el golpe que Argelia da a todos los españoles en las caras de Repsol y de un Gas Natural que hace poco era su ojito derecho. Quizás no sea de extrañar, porque ahora los acreedores de los agradecimientos gubernamentales están en la nueva
Endesa y ya sabemos que Zapatero ha venido traicionando habitualmente todas sus alianzas.

 

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