La Bolsa China, la gran superviviente

Lunes, 20 de agosto de 2007 (Actualizado a las 19:44)

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La Bolsa China, la gran superviviente

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La Bolsa China, la gran superviviente

@M. Igartua / B. Pana.- - 21/08/2007

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China parece estar vacunada de la ‘gripe’ provocada por la crisis de las hipotecas de alto riesgo norteamericana, que está afectando a todos los mercados de acciones, desde Sao Paulo, pasando por París, hasta Singapur. Una epidemia que, en cambio, ha pasado desapercibida en Shangai, cuya bolsa parece más preocupada por la bonanza de su economía doméstica. De hecho, desde principios de agosto, en que los principales mercados de todo el mundo se han visto barridos por el pánico vendedor de los inversores, ávidos de recuperar parte del capital que están perdiendo por el ‘subprime crunch’, el mercado chino ha subido un 9%. Y el acumulado en el año alcanza el 74%.

Esta paradójica situación ha sido posible gracias al aislamiento que vive la bolsa de este país asiático frente al resto de las plazas bursátiles, como consecuencia de las medidas destinadas a evitar que los inversores extranjeros compren acciones en su mercado local, o que los ciudadanos chinos puedan invertir fuera de sus fronteras, según publicó ayer The Wall Street Journal. Se han establecido así, desde el punto de vista regulatorio, unas murallas chinas literales que protegen a Shangai frente a los shocks que acontezcan más allá de sus fronteras.

Así, la mayoría de los analistas creen que nos encontramos ante un mercado que no se va a ver afectado por la crisis hipotecaria. Y es que China sigue nadando en liquidez, como prueba el hecho de que su banco central haya retirado fondos de su sistema financiero mientras sus homólogos en todo el mundo no hacen otra cosa que inyectar dinero en los propios.

Sin embargo, ya hay quien avisa de una posible corrección del mercado chino, aunque nadie se ha atrevido a vaticinar cuando podría producirse. Así, según explica Andy Xie, economista independiente de Shangai, en The Wall Street Journal, la bolsa local “es una pura burbuja”. Al puro riesgo de valoración del mercado, se uniría el derivado de la propia tradición cultural del país, que cree más en la superstición que en los fundamentales, en muchos casos, y el descubrimiento, por parte de muchas compañías, de los beneficios que, para la cuenta de resultados, aporta el invertir en una bolsa alcista. De momento pocos piensan en el efecto contrario derivado de una caída.

Con sólo 20 años de antigüedad, la bolsa ha vivido un boom sin precedentes en el último año, en el que su capitalización bursátil ha alcanzado el importe de su Producto Interior Bruto, un PIB que crece a un ritmo tal que situará a la economía china en el tercer lugar del podio a nivel mundial, sólo por detrás de Estados Unidos y Japón.

Burbuja racional

“El mercado chino es una burbuja racional” asegura Walter Lin, director de Morley, los fondos de inversión de Aviva en Beijing, al mismo The Wall Street Journal. “Es un gran mercado muy cerrado y que cuenta con un exceso de liquidez”. Y es que mientras otros mercados se han visto tocados por las ventas llevadas a cabo por los grandes inversores, el capital extranjero en China es casi inexistente. Representa menos de un 0,5% del total de la capitalización bursátil del país.

Con todo, y dada la que está cayendo en el resto de mercados de todo el mundo, China, que ya se había posicionado como uno de los mercados emergentes a tener en cuenta, se ha convertido en uno de los caramelos más apetecibles para los inversores extranjeros que han visto en este la oportunidad de poder sobrevivir a la sangría provocada por la crisis hipotecaria norteamericana y que se está extendiendo como la pólvora entre América, Europa y el resto de Asia.

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