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Los gurús discrepan sobre la evolución de los mercados, pero coinciden en un punto: nada volverá a ser lo mismo
El inversor Warren Buffett (Reuters).

MERCADOS

Los gurús discrepan sobre la evolución de los mercados, pero coinciden en un punto: nada volverá a ser lo mismo

bolsas

@Elena Sanz.- - 21/08/2007

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La crisis hipotecaria en Estados Unidos se ha convertido en los últimos meses en el principal tema de conversación en los foros financieros mundiales y llena cada día las páginas y los contenidos de los medios de comunicación. La pregunta que sigue en el aire es si el colapso del mercado hipotecario de alto riesgo en Estados Unidos puede provocar un desplome adicional de los mercados financieros a nivel global.

CNN Money ha preguntado a los grandes gurús en busca de la respuesta a este enigma. Todos reconocen la existencia de esta crisis y alertan sobre sus posibles consecuencias pero se muestran divididos acerca de su evolución futura.

Para Henry Paulson, secretario del Tesoro de Estados Unidos, este largo periodo de expansión tanto económica como bursátil ha dado rienda suelta a los excesos de inversores institucionales y particulares. En su opinión, la actual crisis subprime es un toque de atención sobre los riesgos asumidos y sobre la necesidad de estar alerta ante lo que pueda suceder.

Paulson cree que la delicada situación actual está lejos de desaparecer y todavía saldrán a la luz más noticias negativas. “Tanto inversores como algunas organizaciones tendrán pérdidas, pero la economía y el mercado cuentan con la salud suficiente para salir adelante y absorberlas”, explica. Además, añade, “la percepción del riesgo está cambiando al alza, no sólo en el mercado subprime, sino en el resto de los activos financieros”.

John Mack, presidente y CEO de Morgan Stanley, también se muestra optimista a medio plazo. “Todavía recuerdo la crisis de 1987. Fue mucho más destructiva y mucho más alarmante que la actual. Ahora no todo son malas noticias. Aún hay liquidez en los mercados. Hay abundancia de inversores en busca de oportunidades en China, Rusia, Europa del Este e incluso Estados Unidos”. El problema, en su opinión, es que el resto del mundo cree que si Estados Unidos entra en recesión, ésta alcanzará dimensión global. “Yo no lo creo. No creo ni siquiera que vaya a suceder. Pero es de lo que nuestros bancos centrales se tienen que preocupar”. Y ya están actuando.

Para el presidente de Morgan Stanley todavía es demasiado pronto para saber lo que sucederá en el futuro inmediato, aunque, al igual que Paulson, ya observa cambios. “Los mercados finalmente se normalizarán, pero algunas cosas han cambiado. Los bancos de inversión y los comerciales serán mucho más conservadores con sus préstamos. Y las más afectadas serán las firmas de capital riesgo”. De hecho, según Mack, ya no habrá cabida para ‘megaoperaciones’ como las planteadas antes de la crisis.

Los bancos centrales, principales culpables

Su colega, Stephen S. Roach, presidente de Morgan Stanley Asia, también hace memoria. “Por segunda vez en siete años, el estallido de la burbuja de algunos de los activos más importantes del mercado –bolsa y vivienda- ha provocado una gran daño a los mercados financieros globales”. Roach culpa a los bancos centrales: “tanto en la burbuja bursátil de 2000, como en la actual la burbuja crediticia de 2007, estaban dormidos. Y es que la falta de una disciplina monetaria se ha convertido en un rasgo distintivo de la globalización”. El economista norteamericano se une así al coro de voces que afirman que los bancos centrales se han convertido en el baluarte al que se aferra el mercado cuando ha de purgar sus excesos, atribuyéndose funciones que van más allá de las que originariamente les corresponderían.

“El mundo no puede permitirse tambalearse de burbuja en burbuja. La actual crisis financiera es un toque de aviso para los bancos centrales”, añade. Por otra parte, recela del optimismo todavía presente en los mercados. “En 2000, muchos eran los que decían que no había de qué preocuparse. Después de todo, las acciones de las compañías de Internet sólo representaban el 6% de la capitalización total del mercado a finales de 1999. Desafortunadamente, el S&P 500 cayó cerca de un 49% durante los siguientes dos años y medio”.

Esta confianza también está presente hoy. “¿Por qué preocuparse si el mercado subprime representa sólo el 10% de la deuda hipotecaria?”. Roach desconfía: el que los bancos centrales se hayan visto obligados a realizar inyecciones de capital de emergencia deja pocas dudas sobre los riesgos de una crisis financiera de mayor calado.

No hay mal que por bien no venga

Para Robert Shiller, profesor de la Universidad de Yale, es muy posible que estemos en el punto álgido de la crisis. “En los últimos años, hemos vivido un espectacular boom tanto en las bolsas como en el mercado inmobiliario, lo que ha conducido a una relajación en los estándares a la hora de conceder préstamos por parte de las entidades financieras. Ahora ambos mercados están liderando la caídas: los precios de la vivienda en las grandes ciudades de EEUU están cayendo, y vemos fuertes caídas bursátiles”.

Sin embargo, Shiller no cree que el descenso de precios -tanto de las viviendas como de las acciones- vaya a ser tan negativo. “Los descensos en el mercado inmobiliario permitirán que la vivienda sea más accesible y ofrecerá mejores oportunidades a los jóvenes inversores. La caída de precios no será un gran desastre, y, aunque podría llevarnos a un menor crecimiento económico, e incluso a una recesión económica, saldremos de ella y mucha gente estará mejor”. Y es que Shiller es uno de los defensores de la teoría de la destrucción creativa que defiende la sanidad, para los mercados, de situaciones como la actual.

Warren Buffet: lo peor puede estar por llegar

Si hay un inversor que se muestra especialmente cauto, ése es el Oráculo de Omaha. “Muchas instituciones que están obligadas a publicar un valor de mercado para sus posiciones en CDOs (Collateral Debt Obligations o titulizaciones de deuda), lo que están reportando en realidad es pura ficción: se están ajustando al valor teórico que resulta de sus modelos en lugar del que correspondería de ajustar el valor al precio real que por ello se paga en el mercado”.

Para Buffet las consecuencias de esa política no tardarán en llegar. “Como resultado de su alto apalancamiento, la diferencia entre el valor teórico del modelo y el real de mercado, probablemente esté consumiendo gran parte de los recursos propios de esos vehículos de titulización”, por lo que no descarta que vivamos nuevos sobresaltos.

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