PUNTO DE VISTA
Junta General de Accionistas de España, con aserto anarquista y brindis al sol electoral
@Jesús García - 04/07/2007
Una Junta General de Accionistas más, pero la de España. Bueno, Rajoy diría la de las 17 “Españas” y Zapatero la de la España del Bienestar y el pleno empleo por venir. Algunos ciudadanos paseaban ayer por La Cibeles preguntándose por qué semejante despliegue policial en torno al Congreso. Pues como siempre, por el miedo a que los terroristas -de cualquier catadura- hagan de las suyas. El petróleo, a cuenta de los delirios de Oriente Medio, está ya por encima de los 72 euros, menos mal que el euro camina por los 1,36 y la factura se alivia en Europa.
El debate del Estado de la Nación, y además en época electoral, es como una Junta General de Accionistas, pero con activistas. Rajoy y su partido son una especie de asociación de accionistas levantiscos, algo así como un fondo de capital riesgo -con perdón- como Atticus en ABN, que no dejan pasar ni una. El líder de la oposición se ha asido al asunto que más pica, que más enoja, que más hiel expulsa del ciudadano medio: ETA y la negociación, y ha llegado a pedir las actas de los encuentros. Hasta ahí podíamos llegar.
Ha perdido la oportunidad de sacudirle a Zapatero en el lado que más le duele, que es su niña bonita, en el económico. Y hay flanco suficiente, aunque está visto que el equipo económico de Rajoy estaba en otra cosa con los cancerberos Acebes y Zaplana dirigiendo el cotarro.
Ambos han insistido en el aserto anarquista: a fornicar que el mundo se acaba en post de la maternidad, preocupados por la pirámide de la población. Uno ofrecía 2.500 euros y el otros 3.000 por cada nuevo hijo que llegue al mundo. Quién da más. Un brindis al sol electoral, el regalo de la junta, como la caja de bombones.
En el orden del día, promesas variadas: pleno empleo, pero fijo. Pleno empleo estructural. Zapatero no se anda por las ramas con los cursos CCC de Economía del ínclito Sevilla. Paro por debajo del 8% -la tasa de la UE está ya en el 7%, según dijo ayer Eurostat- y el no va más: para 2012 tasa de temporalidad del 25%, en vez del 30%. Y Rajoy no ha aprovechado -ni siquiera ha reparado- lo que dice la EPA. Por ejemplo, que hay 400.000 familias con todos sus miembros sin empleo. Y no digamos si hablamos ya de la pobreza en España y de las pensiones de miseria. De la otra España que nada tiene que ver con los datos macroeconómicos, la de los mileruistas, jóvenes sin futuro claro, sin acceso a la vivienda, o la de los inmigrantes condenados 20 años a la riqueza de un trabajo mal remunerado.
Tampoco le ha sacudido con la fuerza suficiente por el mastodóntico déficit, el mayor del mundo o la inflación superior a la media y sólo le ha dado un pellizquito de monja en la productividad. Había materia, pero se ha optado por la línea dura y se le ha dejado el corner del Bienestar social y los más desfavorecidos a ZP. Ley de Dependencia, regulación para los Autónomos, igualdad de género y otros asuntos que tocan a varios millones de ciudadanos. Y Rajoy con la mochila cargada de negociación con la banda.
ZP le ha lanzado más flores a Solbes que en toda su vida. Parecían enviadas por la Oficina Económica del Presidente y se ha atrevido a vaticinar el pleno empleo, sin que nadie le haya dicho que no es garantía de calidad.
Los accionistas se han dejado querer, con propuestas nada concretas sobre bajadas de impuestos, del IRPF y de Sociedades, que luego se quedan en casi nada, con reformas estructurales que luego no se atreven a poner en marcha cuando, ni siquiera en las épocas de bonanza. En fin hemos soportado un debate tenso, a cara de perro, en el que presidente y activistas se tiraban los trastos a la cabeza, con una ausencia de altura intelectual palmaria. Cada uno a lo suyo, pasado mañana será otro día.
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