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ECONOMÍA

La errática política comercial de España en China desinfla el viaje de los reyes a Pekín y Shangai

China

@Carlos Sánchez.- - 26/06/2007

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La errática política comercial de España en China desinfla el viaje de los reyes a Pekín y Shangai
 

Oficialmente, 2007 es el año de España en China. Pero a pie de calle, la realidad es muy distinta. El peso de la economía española en el gigante asiático no solamente sigue siendo irrelevante -pese a tratarse de la octava economía mundial en términos de PIB- sino que la imagen país (una variable fundamental para intensificar las relaciones comerciales) está por los suelos. Tanto es así que, según un empresario español con años de presencia en China, “a España se le sigue viendo como el país de los toros y del folclore; mientras que Francia y Alemania son sinónimos de tecnología”.

Las cifras no dejan lugar a dudas y avalan esa impresión. En el primer cuatrimestre de este año, España exportó a China mercancías por valor de 595 millones de euros, pero importó bienes por valor de nada menos que 5.467 millones de euros (nueve veces más), lo que explica que la fábrica del mundo -como les gusta llamar a su país a las autoridades chinas- se haya consolidado como el segundo ‘culpable’ del descomunal déficit comercial español (el más grande del mundo en términos relativos). El desequilibrio total, según informó ayer la Secretaria de Estado de Comercio, alcanzó durante los primeros cuatro meses del año los 29.980 millones de euros, de los que prácticamente la quinta parte proceden de China, con una tasa de cobertura (relación entre exportaciones e importaciones) verdaderamente ridícula, de apenas el 11%. Por cada euro que exporta España, China vende 10.

Una presencia esporádica

La errática política comercial de España respecto de China, según las fuentes consultadas, está pasando factura al comercio con el gigante asiático. Lo que se cuestiona es una presencia basada en viajes esporádicos de las primeras autoridades españolas a China (antes Aznar y más recientemente Zapatero y la vicepresidenta De la Vega), pero sin continuidad en el tiempo. Por el contrario, “no hay semana en la que no haya una visita oficial de un viceministro o un secretario de Estado de cualquier nación europea en busca de nuevos mercados”, apuntan esas fuentes que prefieren mantener el anonimato. Se trata, por lo tanto, de una estrategia diseñada a golpe de visita de Estado.

La sensación de ‘cierta dejadez’ se ha intensificado en los últimos años tras la llegada a Pekín del nuevo embajador español, el diplomático Carlos Blasco Villa, quien ha recuperado los usos de la vieja diplomacia del XIX, mucha política y poca atención al negocio. Justo lo contrario que el anterior embajador, José Pedro Sebastián de Erice, volcado en la búsqueda de nuevos mercados para las casi 500 empresas españolas con filial en China.

“Es verdad que el apoyo institucional, a través de instrumentos como el Icex, existe y es eficaz, dicen esas fuentes, pero lo que falta es el impulso político”. En otras palabras, que España se tome en serio la importancia de China en el comercio mundial, no sólo como proveedor de mercancías sino también como destino de las exportaciones. Se está hablando de una tarta verdaderamente enorme. En 2005, según la Organización Mundial del Comercio, China compró bienes del exterior por valor de 508.000 millones de euros, el 6,1% del total mundial, pero es que España únicamente fue capaz de colocar en el mercado chino mercancías por valor de 1.527 millones, lo que representa apenas el 0,3% del total mundial para un país que en los foros internacionales saca pecho por tratarse de la octava potencia económica.

Un claro ejemplo de esa estrategia comercial basada en visitas de Estado es la que han iniciado los reyes de España a Shangai y Pekín, y que durará hasta el próximo día 29 en el marco del Año Español en China. Pues bien, al contrario de lo que es normal cuando acuden otros jefes de Estado a China, ninguna empresa española firmará un acuerdo comercial verdaderamente relevante. “Vienen para hacerse la foto y después se van, sin que posteriormente se haga ningún seguimiento”, sostienen las fuentes.

Economía abierta

Y todo ello pese a que las reformas económicas emprendidas por China desde finales de los 70 han llevado al país a convertirse en uno de los más abiertos del mundo. Las importaciones representan el 30% del Producto Interior Bruto, el triple que en Japón o el doble que en Estados Unidos, considerado históricamente como el paraíso del libre comercio. En 1978, la apertura exterior china apenas representaba el 5% de su PIB, seis veces menos que ahora. China es hoy, de hecho, el tercer importador del mundo, tras EEUU y Alemania, y es muy probable que en los próximos años ocupe ya el segundo puesto.

Un gigantesco mercado con 1.295 millones de habitantes (censo de 2001) que, por el momento, pasa de largo para los exportadores españoles, pese a que los aranceles para vender en China son hoy más bajos que los existentes en India, México o Brasil. La propia embajada española en China ha reconocido que en los últimos tiempos el arancel medio aplicable a 5.332 partidos ha caído hasta el 7,8%, prácticamente la mitad que el existente con anterioridad. Eliminando, al mismo tiempo, los contingentes a un ritmo del 15% anual.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. La embajada española en Pekín ha constatado que mientras se rebajan los aranceles, se han puesto en marcha nuevas barreras basadas en la petición de certificados para la entrada de diversos productos.

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Opiniones de los lectores (35)

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35. CortijerosMartes, 26/06/2007, 19:06 h.

Un fracaso más de una forma cortijera de entender la Administración, en la que el corporativismo de dos castas intocables (y dudosamente competentes, a los resultados me remito) han convertido la promoción exterior de España en una cuestión de publicidad de consumo doméstico ("paseando" a SS.MM. y SAR, presidentes y vicepresidentes) sin objetivos cuantitativos claros ni constancia profesional (la rotación es excesiva, hasta reducir a un 10% los verdaderos profesionales). Diplomáticos y técnicos comerciales se mueven sólo por su bolsillo, que es un saco muy profundo (mucho golf y buena dosis de whisky) y no sujeto a cuenta de resultados. Lo fácil es echarle la culpa al empedrado y los empresarios en este caso, simplemente ignoran a la Administración, pues no esperan nada de ella ...

34. emilioMartes, 26/06/2007, 19:00 h.

Mientras en China no se respeten los derechos de los trabajadores que se consiguieron en el mundo occidental, será imposible competir. Si no tienen un mes de vacaciones pagadas, seguridad social y un trabajo que no sobrepase las treinta y ocho horas semanales, China juega con muchísima ventaja. Los países occidentales no proponen bloqueos ni proteccionismo ante China, porque la política occidental está en manos de los empresarios y estos obtienen, de momento, grandes beneficios deslocalizando sus empresas hacia China y obteniendo los beneficios de mano de obra barata. El problema, de momento,lo tienen los trabajadores occidentales que ven que las empresas se marchan y los trabajos cada vez son más precarios por la llegada de la inmigración y para que las empresas se mantengan para poder competir.

33. michelenaMartes, 26/06/2007, 18:27 h.

Recuerdo que en los 90 unos cuantos empresarios vascos fuimos sin hacer ruido a China, cada uno en su sector, para ver cuales eran las posibilidades que ofrecia ese inmenso país. Tras varias reuniones con empresarios chinos fui a visitar unas fabricas en la que ellos llamaban una "pequeña ciudad" (literal). Se trataba de Wuxi y esa "pequeña ciudad" tenía entonces 8 millones de habitantes. Algo así como Madrid, Barcelona, Zaragoza, Bilbao y Sevilla juntas. En esa "pequeña ciudad" se trabajaba a tres turnos todo el año por el equivalente a 0,29 dolares hora, dormian, comian y lo demás en anexos a las fabricas, a modo de barracones, había colas inmensas para entrar en los turnos. Aquello me recordó a los campos de concentración. Cuando se habla de China sería conveniente contarlo todo y no solo una parte, la más festiva.

32. pelopidasMartes, 26/06/2007, 17:55 h.

Pero si esos van de vacaciones pagadas. Lo que no saben es que antes que ellos ya han arrasado todos los competidores que fueron mucho antes, mejor preparados y no llevaban a desatinos entre sus filas. Coño, pero si cuando fue nuestro okupa recuerdo que saltaron los titulares diciendo que les había vendido tropecientos A380 "El Vion Fantasma" y despues resulta que tarari que te vi. ¡Ay el gafe! ¿China? sí hombre, mirando el mapa a la derecha.

31. V. HUGOMartes, 26/06/2007, 17:52 h.

!! Pues menuda imagen !! es que nos creemos que los Chinos son gilipollas y que no saben quien es el personaje que encabeza la delegación y el tiempo que le queda a la "institución" aunque les pese a los empresarios que no van a amortizar el Fortuna II.

Últimos comentarios en el foro

CortijerosMartes, 26/06/2007, 19:06 h.

Un fracaso más de una forma cortijera de entender la Administración, en la que el corporativismo de dos...(26/06/2007)

ramon primeroMartes, 26/06/2007, 19:01 h.

Sánchez Galán, como otros, defiende su puesto a costa de los intereses de los accionistas. Dicen que crean...(26/06/2007)

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