PUNTO DE VISTA
Reyal Urbis, un 'chicharro' de lujo valorado en 3.200 millones de euros
@Jesús García - 12/06/2007
La fiebre de compras de los últimos años en el sector inmobiliario está convirtiendo a algunas de las grandes empresas en auténticos chicharros, con un free float mínimo, que permite a los especuladores provocar violentos movimientos. La histórica Urbis, constituida ya en Reyal Urbis, es el último caso, aunque ya vimos comportamientos similares en gigantes del sector como Metrovacesa y en algunos momentos, en menor medida, en otros valores también grandes como Sacyr.
La propiedad se concentra en pocas manos y hay que acudir a los cuidadores para que la acción no sufra excesivos revolcones o tenga un comportamiento de volatilidad limitada. Pero el mercado actúa con soberanía y de estos caprichos sólo se libran los que de repente no caen en las cestas de los especuladores más rabiosos.
La inmobiliaria Reyal Urbis se disparó ayer un 8%, en su primer día de cotización, con un movimiento mínimo de sólo 26.800 títulos. Un 74% de las compras fueron intermediadas por Intermoney Valores. Una parte importante se hizo en la última media hora. Mientras que un 50% de las ventas las intermedió Interdin. En valores de capitalización media-alta como Urbis, pero con un free float que a duras penas alcanza el 4% se pueden conseguir intensos movimientos de la acción con muy pocos títulos, creando una imagen distorsionada del valor.
Los propietarios de la empresa lo tienen clarísimo y por eso habían intentado la puesta en marcha de una Oferta Pública de Venta de hasta un 30% del capital de la compañía, con el fin de darle alegría, liquidez, a la acción en bolsa de modo que no se produjeran distorsiones. Ahora los colocadores de la famosa OPS que fue suspendida (entre otras cosas porque el propietario no está dispuesto a colocar a precios que consideraba inferiores al valor patrimonial de la compañía) deberán inventar fórmulas para que el valor gane en liquidez.
La colocación de pequeños paquetes entre fondos es una posibilidad, que daría alegría a un valor necesitado primero de liquidez aunque, segundo y más importante de un proceso paulatino de reducción de su deuda. Las inmobiliarias se quejan, en este sentido, de lo indiscriminado que se ha mostrado el mercado con el sector. Tanto es así que la financiación se les ha encarecido o simplemente se les ha puesto más difícil.
Sobre todo ha sorprendido la indiferencia repentina mostrada por los inversores extranjeros que no quieren oír ni hablar de éste ámbito simplemente porque todo les suena a Astroc. Realia tuvo que hacer la OPV a 6,5 euros, un precio prácticamente impuesto por unos indolentes bancos de inversión indispuestos ante la marca inmobiliaria. Más allá del pedigrí de la compañía.
Es lo que suele ocurrir cuando se producen sustos como el de Astroc. Tan injusto es que a todas las inmobiliarias se las considere empresas de éxito como que se las mida por idéntico rasero respecto al posible fracaso. Urbis es una histórica del sector, de la que el mercado conoce prácticamente todo. No así de la recién llegada Reyal, cuya información no es de la misma calidad. Ahora las vemos unidas.
Estamos, por lo tanto, ante un nuevo caso de chicharro sobrevenido que igual se dispara un 8% que sufre una violenta caída. El inversor que trabaja con estos valores, mientras que no se amplíe la liquidez, ya sabe dónde se mete.
Opiniones de los lectores (1)
1. Roro33Martes, 12/06/2007, 16:00 h.
¿Pero y quién quiere meterse en esta empresa cuando lo que parece es que la ponen en bolsa para repartir las pérdidas que se avecinan? No culpemos a los inversores extranjeros porque están mejor informados que nosotros sobre la burbuja y demás historias, ya que aquí hay muchos intereses en silenciarlo.
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