PUNTO DE VISTA
La dimisión de Lord Browne (BP) como espejo para el empresariado patrio
Chevalier, dimisión, Lord, Browne
@J. García - 02/05/2007
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Atornillarse en el sillón, mirar por el enorme ventanal del despacho al atardecer, disfrutar de tarjetas platino, ambrosías culinarias, guardaespaldas, mecánico, avión privado y una amplia vida social, impide a los empresarios de medio mundo plantear su dimisión en casi todas las circunstancias.
Prefieren silbar el ‘only you’ cuando cometen errores, les pillan ‘in fraganti’ usando información susceptible, libando vinos franceses, invitaciones de toda clase, usando la tarjeta club –o puti-club- o enchufando a sus queridas como en el tan reciente caso del señor Wolfowitz.
Sin embargo, hay una clase diferente de ejecutivos con un marchamo de honestidad, que no se suele ser moneda común por estos lares.
Lord Browne, máximo ejecutivo de BP, se iba a ir en julio, pero ha adelantado su partida después de que un juez haya permitido que un grupo de periódicos -tabloides para más señas- publicara algunas de sus intimidades con un madurito llamado Jeff Chevalier que ha decidido irse de la lengua.
Un asunto de pantalones ha acabado con 41 años de profesionalidad del presidente ejecutivo de la British Petroleum. Las acusaciones de posible uso de material de la empresa por parte de Chevalier cuando era amante de Browne dieron lugar a una investigación interna que mostró la escasa relación con la realidad de esas denuncias periodísticas, pero Jeff ha mostrado la peor cara de la condición humana y ha decidido cantar la traviata sobre sus relaciones sexuales con el máximo ejecutivo de BP.
Browne, tras conocer el dictamen del juez que permite la publicación en media docena de tabloides de las declaraciones de Chevalier, con el que mantuvo una relación de cuatro años, ha decidido dimitir.
“Esas acusaciones están llenas de denuncias erróneas y engañosas”. Lord Browne, uno de los hombres más prestigiosos y reconocidos del mundo empresarial anglosajón, atribuyó su decisión al interés de evitarle a la petrolera una “vergüenza innecesaria”.
El presidente de BP, Peter Sutherland, lamentó que Browne tuviera que dimitir en “circunstancias tan dolorosas”, al tiempo que la petrolera comunicó algo que muestra a las claras la pasta de que está hecho este Lord.
Su decisión conllevará la pérdida de más de 3,5 millones de libras, unos 5 millones de euros previstos para su jubilación así como otros 12 millones de libras procedentes de varios planes de incentivos de la empresa a los que tenía derecho.
Por si esto fuera poco, la empresa ha publicado el comunicado y la sustitución en la portada de su página web con todo lujo de detalles.
No sólo estamos ante un dechado de honestidad por parte del ejecutivo sino ante una muestra de transparencia empresarial que aparecerá a partir de ahora en los manuales de las escuelas de negocio de medio mundo. Tan increíble un asunto como otro. Recuerden cualquiera de las últimas decisiones empresariales en España y su reflejo simplemente inexistente en las páginas webs donde se suponen que deberían dar luz a estos asuntos.
Los amantes de los códigos de Buen Gobierno, que en el caso español causan rechifla, tienen motivos para tomar nota de un comportamiento que debería ser espejo para nuestros empresarios. Aquí entre el empresariado patrio el señor Browne sería considerado una rara avis.
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Opiniones de los lectores (1)
1. Carlos AmpueroMiércoles, 02/05/2007, 09:28 h.
Señor García: Si tan caballeroso es Lord Browne, ¿cómo es que pese a la oposición de muchos accionistas en la Junta General de la semana pasada siguió empeñado en cobrar el plan de incentivos del período trianual 2007 2009 (por importe de hasta 12 millones de libras o 18 millones de euros) si pensaba dejar el cargo en julio próximo? Es decir, este dechado de caballerosidad pretendía con la oposición de numerosos accionistas dirigir una empresa durante los siete primeros meses de 2007 y recibir una compensación a finales de 2009 en función de los resultados de la empresa durante los 36 meses que van de 2007 a 2009. ¡Vaya caradura que tiene este Lord!
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