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El proceso de compra de ABN Amro saca las vergüenzas a Europa

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@S. McCoy - 22/04/2007

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Seis meses alejado de ésta, su columna, y poco ha cambiado el panorama que nos rodea. Poco o nada. La vida sigue igual. Muerte a Heráclito. ¿Todo pasa? Pues va a ser que no. Viene esto a cuento del culebrón que se avecina en relación con ABN y las posibles ofertas que se pueden realizar sobre el banco holandés, incluida la de un Santander que busca su gran operación de este año: de compra a compra y tiro porque me toca. Y es que basta que se plantee una operación corporativa transnacional del tamaño de ésta para que la Europa unida, jamás será vencida, enseñe la patita de unas miserias que, fortaleza del euro aparte, la sitúan en el precipicio de la duda respecto a su evolución futura frente otras economías que sí que tienen claro que son, de dónde vienen y adónde van.

En efecto. Punto de partida. Barclays entabla conversaciones exclusivas con ABN con el fin de poder realizar una oferta sobre el grupo holandés y crear el quinto grupo bancario mundial por capitalización bursátil. Dinámica normal de mercado. Hasta ahí todo correcto con un pequeño matiz: con objeto de endulzar el posible acuerdo para los accionistas de la entidad financiera continental, Barclays se compromete a trasladar la sede del grupo fusionado a Holanda lo que implícitamente supondría quedar sujeto a la supervisión bancaria del lugar de establecimiento. Oh, my godness! Exclaman en las Islas. Hasta ahí podríamos llegar, que somos hermanos pero no primos. El regulador británico pone una pica en Flandes al expresar sus serias dudas de que sea el banco central holandés y no él quien supervise a la entidad fusionada. Y algo tendrá que decir, ¿no? La Europa unida, capitulo 1.

Segundo acto. Royal Bank of Scotland, Santander y Fortis se suman a la fiesta en una operación a tres bandas que daría al banco inglés responsabilidad sobre la banca mayorista, Estados Unidos y Asia; al Santander las operaciones brasileñas e italianas y a Fortis la administración del negocio local, la gestión de fondos y la banca privada. No contaban con su astucia. O sí. Turno para el Gobernador del Banco de Holanda Nout Wellink, quien en última instancia ha de autorizar la operación, que se enfrenta al mismo dilema: si la oferta del consorcio triunfa, canta charango, adiós a mi responsabilidad sobre la entidad fusionada. Y tras haber declarado tan sólo una semana antes que una división en partes de ABN sería aceptada si procediera de una entidad sólida, donde dije digo, digo Diego y aludo a problemas de ejecución e implantación para echar un jarro de agua sobre el proyecto. En línea con la función de un banco central de velar por la estabilidad del sistema financiero, ¿verdad? Se nos ve el plumerillo... La Europa Unida, capítulo 2.

Tercer acto. Tirón de orejas del Comisario Europeo McCreevy, papelón el suyo, al gobernador del Banco de Holanda, al que acusa de tratar de imponer los mismos criterios proteccionistas que Antonio Fazio aplicara a la propia ABN en su intento de comprar Antovenetta. No sólo eso: le recrimina el que Holanda ha sido y es uno de los países que, a raíz de dicho affaire, más han trabajado en pos de aliviar los escollos regulatorios que encarecían en tiempo y dinero las fusiones a nivel paneuropeo. De ahí su extrañeza ante dicha reacción. Y Wellink, a la busca de buenas excusas, que no importan las palabras sino las ideas que hay detrás de ellas. En fin. La Europa Unida, capítulo 3.

Y esto antes de que unos y otros hayan siquiera presentado sus ofertas, algo que se sustanciará a lo largo de esta semana. Queda todo por escribir, seguro. Sin embargo, la cuestión de fondo vuelve a estar sobre la mesa: a Europa le cuesta creer en sí misma, hasta el punto que ni siquiera la identidad geográfica como región le sirve para aunar voluntades en torno a un proyecto bancario que no dejaría de ser un proyecto bancario común europeo. A mi niño que no me lo toquen, parecen decir. Y con dichos mimbres, difícil será que salgan buenas cestas. Ojalá me equivoque. Lo dicho: otra vez en casa, al abrigo del cariño de todos Uds. Buena semana a todos.

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Opiniones de los lectores (4)

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El míoDomingo, 23/04/2007, 14:08 h.

Eso, eso, bienvenido! Yo ya me estoy puliendo las uñas para leer los jugosos comentarios que nos esperan del Sr. McCoy sobre inmobiliarias a este lado (ooops! Astroc, tu futuros está en construir pozos) y al otro del Atlántico.... No me enrollo más; desearle mucha "m" en su reentré, y dar las gracias también a Jesús, que ha mantenido el pabellón muy alto durante este tiempo. Y todo lo que ha pasado, en seis meses?

matyDomingo, 23/04/2007, 11:20 h.

"Seis meses alejado de ésta, su columna..." "De mi poeta predilecto, estos versos para tí, lector impenitente de ésta, tu bitácora..." Parece que nos leemos mutuamente. Me alegro muchísimo de su regreso, su ausencia ha sido sonora.

mitusDomingo, 23/04/2007, 09:42 h.

Me alegro de leer de nuevo sus artículos sr. McCoy.
Por plantear algo: parece claro que el europeísmo está en retroceso, pero me da la impresión de que en estas dificultades hay algo más que la propia miopía de los líderes europeos. ¿Hasta qué punto las grandes potencias actuales -USA, Rusia, China- están interesadas en el surgimiento de una nueva, que se convertiría en la primera? ¿No es posible que desde fuera de Europa se intente también torpedearla?

YotaDomingo, 23/04/2007, 08:38 h.

Bienvenido de vuelta. Ya echabamos de menos tu columna.

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