Martes, 24 de abril de 2007 (Actualizado a las 18:03)

Votar esta noticia

Resultado (174 Votos)

Deja tu comentario (11)

Astroc ha explotado. Muchos añadirán “como era de prever”. Sinceramente no soy tan osado. Hace casi un año di mi humilde opinión sobre el valor (ver artículo). Llovieron las críticas. Justificadas, eso sí, por el comportamiento de la acción en aquel momento. Ahora el tiempo, que es el juez último de casi todo, parece que acerca las tesis del mercado a las mías. Bienvenido sea. “El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, ensalzaré el nombre del Señor” que diría el Santo Job. Y es que en el fenómeno Astroc ni mucho menos la culpa es sólo de un Bañuelos -al que, en el summum de la desgracia, WSJ rebautiza como Bolaños en una de sus ediciones de la semana pasada-, sino de todos los intervinientes del mercado que, de una forma u otra, le han ayudado a crear una burbuja que ha estallado en los bolsillos de muchos inversores. ¿Qué ha ocurrido? Vayamos por partes.

Uno. Astroc era y es una inversión de riesgo. Recomiendo a los que ahora se echan las manos a la cabeza que se den un paseo por los archivos de la CNMV. Encontrarán un bonito tomo de 292 páginas que recoge los términos principales de la oferta de la compañía en su salida a bolsa. Folleto informativo se llama el bicho. Pues bien, en las primeras páginas encontrarán una relación de los factores de riesgo asociados a la inversión en la compañía que, si bien aparecen muy matizados, reflejan parte de las cuestiones que han ido aflorando en las últimas semanas y que, voz que clama en el desierto, pusimos de manifiesto en su día. A saber: riesgo político derivado del modelo de agente urbanizador a través de PAIs, excesiva concentración de suelo en la Comunidad Valenciana o transacciones intergrupo. Me gustaría saber cuántos de los hasta hace poco dichosos inversores en Astroc han recorrido las procelosas páginas de dicho documento. Para una utilidad que tiene la CNMV y la pasamos por alto.

Dos. El éxito bursátil de la compañía y el escrutinio de un regulador al que no hacían sino llegarse comentarios de parte más o menos interesada de manipulación del valor en bolsa, obligó a Bañuelos y a su mano derecha Palomero a llenar la empresa de contenido. Por aplicar términos financieros, Astroc pasó de ser un broker de suelo, con una alta rotación y un suculento margen, a convertirse en un trader con posiciones propias en sus libros. Unos libros que, por mor del mercado, había que engordar a toda costa ya que una acción cara abre muchas pero que muchas oportunidades de compra. Quienes conocen las interioridades de las operaciones en las que ha participado el dueto, no salen de su asombro respecto a la agilidad para cerrar operaciones en tiempo récord. Los inversores querían panem et circenses y ahí que estaba el valenciano para alimentar la acción a base de transacciones algunas veces difíciles de entender como la venta a GE Real Estate de la única parte de la cartera de Landscape que generaba rentas. Y cuando lo que mueve tu acción es la especulación acerca del siguiente movimiento, ya sabes lo que te espera. Astroc pasaba de un activo arriesgado a un valor muy peligroso al que sólo aguantaba un Ibersecurities que no dudaba en mostrar posiciones de compra millonarias para el que le quisiera vender… como así ha sido finalmente.

Tres. Pese a todo, a nadie le han obligado a invertir en Astroc. Al menos que se sepa. Cada uno ha de asumir los riesgos derivados de sus decisiones financieras. Siempre hemos comentado que el mercado se mueve entre dos polos antagónicos: la avaricia y el pánico. Con Astroc muchos han descubierto que la frontera entre una y otro no es sino una línea difusa. Y que pasar de un extremo a otro puede costar muy caro. Invertir es sacrificar hoy para ganar más mañana. El concepto sacrificio es importante. Especular es tratar de sacar provecho de una situación en propio beneficio sin más confianza de la creencia de que alguien estará dispuesto a pagar más por lo mismo mañana. Que cada uno analice en que parte de la ecuación se sitúa. El inversor no pierde la calma porque sabe que el precio antes o después reflejará el valor de lo adquirido que es, en definitiva, el principio básico de la inversión bursátil. El especulador tiembla cuando el precio se tambalea porque lo importante es ganar, y cuanto antes mejor, con independencia de si hay o no valor. Que cada uno asuma su rol con todas sus consecuencias.

Astroc nunca ha sido santo de mi devoción. Quienes hayan seguido esta columna lo saben. Pero insisto, la culpa no es íntegramente de un Bañuelos que ha pasado de vendedor de miel a encantador de serpientes tan difíciles de engatusar como Amancio Ortega. Muchos han creído ver en él una especie de redentor bursátil que controlaba su acción, adivinaba el futuro de su cotización y prometía pingües ganancias a quienes permanecían a su lado y le han seguido a ojos vendados. Pero el riesgo estaba ahí. Y como ocurre en el esquí, las peores lesiones se producen cuando uno más se confía. Hoy están los hospitales llenos.

Votar esta noticia

Resultado (174 Votos)

 RSS     Delicious     Technorati     Fresqui     Menéame     Negóciame    

Ver más comentarios    Deja tu comentario

El proceso de compra de ABN Amro saca las vergüenzas a Europa(22/04/2007)

PUNTO DE VISTA

Astroc ofrece reflejos de Terra en su cotización, que sufre estocadas de pánico  Jesús García

El 'crash' de las inmobiliarias descuenta el pinchazo de la burbuja

Las inmobiliarias hunden a la Bolsa española: el Ibex 35 se derrumba un 2,7%

Falta personal: Adecco entra en el segmento de cazatalentos para finanzas y jurídico

Cortina vuelve a estar de moda

El frente del ladrillo: tres regiones del PSOE lideran el ‘boom’ de la construcción desde el año 2000

Otro cambalache de la CNMV: no sanciona a Vetusta después de haber provocado su cierre

Telefónica y Portugal Telecom (PT) a punto de alcanzar un acuerdo sobre la brasileña Vivo

Astroc ofrece reflejos de Terra en su cotización, que sufre estocadas de pánico

Otro 'crash' en Astroc: se hunde un 37% en bolsa tras varias horas de tragedia bursátil